María Creuza
Muy recordada por interpretar grandes éxitos de la bossa nova como “Você Abusou”, “Samba em Preludio” y “Garota de Ipanema”, la cantante brasilera María Creuza cumple en 2012 cuarenta y dos años de carrera.
Nació en un pueblo de Bahía, y se inició en la música profesional de la mano de un “padrino” de lujo: el poeta y compositor Vinicius de Moraes.
En el pasado mes de marzo visitó nuevamente la Argentina para recordar los éxitos de su repertorio y reencontrarse con sus fans que la acompañan desde sus inicios.
¿Cuándo y cómo se dio su primer acercamiento a la música?
Mi comienzo fue en Bahía, Brasil, mi tierra; yo nací en Bahía, en un pueblo llamado Explanada. De muy pequeña me fui con mis padres de ese lugar y nunca más regresamos. Empecé estudiando para ser actriz y después me dio una oportunidad la televisión local: ahí hice un test y gané el primer lugar, y las cosas se encaminaron hacia el canto. Después, en los años ´70, me invitaron a un festival en Río de Janeiro el cual proporcionaba muchas posibilidades artísticas. En este festival me vio el artista Vinicius de Moraes y me invitó a trabajar con él. Ahí me definí como cantante. Fue como tocar el cielo con las manos.
He grabado muchísimo, he grabado Vinicius de Moraes con varios co-autores, con varios poetas, que es lo que yo pretendo, cantar y seguir cantando esos temas que para mí son los mejores de la música brasilera.
¿Qué lugar ocupó el artista Vinicius de Moraes en su carrera?
Vinicius de Moraes fue mi referente, mi padrino artístico y también mi compadre porque bautizó a mi hija. Fue la persona que me dio la mano y me ayudó en todas las circunstancias que viví en esa época. Era una joven que estaba empezando y Vinicius me dio demostraciones de su generosidad. Al mismo tiempo yo me divertía mucho con él porque era un ser fantástico, carismático, cercado de mujeres por todos lados, y tenía la capacidad de llamar a su entorno sus “amigos”. Con él aprendí a tener bastante paciencia con todo lo que significa ser conocido, atender a la gente.
Fue realmente una época maravillosa, de grandes recuerdos…
¿Cómo ve a la Bossa Nova en la actualidad?
La Bossa Nova va en buen camino porque no muere. Es un referente para todos; yo no conozco ningún compositor brasilero ni extranjero que en algún momento no se inspire en esta fuente. La Bossa Nova tiene una capacidad increíble de llegar a la gente, por su cadencia, por la forma de poesía y de decir las cosas; es muy descriptiva y eso llega sin necesidad de traducirla.
¿Cómo definiría a María Creuza en primera persona?
Sin falsa modestia, yo puedo decir que ya estoy fuera de catalogarme en algo. Puedo decir que tengo una historia, que ya no tengo nada que probar a nadie, y que puedo cantar cualquier tipo de canción.
Pienso que este momento es muy positivo para mí porque después de tantos años que yo esté cantando lo que estoy cantando y que la gente me siga es una respuesta muy positiva, de todo lo que yo logré, de todo lo que yo pretendía.
No quiero que me encasillen como “María Creuza canta sólo Bossa Nova”, no, María Creuza canta.
¿Cómo es su relación con el público argentino?
Mi relación es muy intensa, amorosa, fuerte, y tengo todos los motivos para que sea así; y cada vez más yo siento que crece; tengo historias maravillosas de personas que se acercan a mi camarín y me cuentan que me escuchaban hace muchos años y que ahora lo hace su hijo o su nieto…y eso es fantástico. Entonces mi relación con ustedes es la más fuerte, por más que yo viaje por el mundo…sin duda es la más fuerte.