Look Now

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El último disco de Elvis Costello & The Imposters

Pasaron cinco años de su último disco de estudio y diez de la última grabación con su mítico grupo The Imposters. Declan Patrick MacManus, alias Elvis Costello (el nombre de pila por ya se sabe quién y el apellido de su madre), vuelve con temas nuevos y eso siempre es una buena noticia. Como lo es que su regreso tenga que ver con la mejoría experimentada tras una operación oncológica. “Me sometí a una operación y tuve mucha suerte. Tenía un pequeño tumor maligno que debía ser extirpado. Y se hizo con éxito. Es algo que no le habría contado a nadie. Es algo muy serio que te digan que podía tratarse de un cáncer muy peligroso si se desarrollaba. Era algo aterrador, pero en esos momentos no tenía ningún motivo para contar a nadie nada al respecto”, declaró recientemente.

Look Now, su trigésimo disco, lo muestra en forma, más que en trabajos anteriores, y sin referencias directas a su problema de salud, que suele ser habitual entre los cantautores. Hay, eso sí, un mayor regusto por las baladas, el pop rock, ciertos pasajes que bien podrían ilustrar musicalmente una comedia romántica de Hollywood (como ya lo han hecho), y no tanto por sus explosiones rockeras, aquellas que se asomaron al punk en sus comienzos, aún en su Londres natal. La prueba, si hiciera falta, son las tres composiciones compartidas con el gran Burt Bacharach (con quien ya había hecho el álbum Painted from Memory, en 1998): Don’t Look Now, Photographs Can Lie y He’s Given Me Things. Del mismo modo que Burnt Sugar is So Bitter, que firma en conjunto con Carole King en clave soul.

El Costello más rockero, aunque ya sin la furia original, la que lo elevó a la cima, aparece en Under Lime, Unwanted Number (escrito para la película Grace of My Heart), Mr. & Mrs. Hush, Dishonor the Stars (con un exquisito trabajo de voces) y Why Won’t Heaven Help Me. En tanto, el más melódico puede apreciarse en la bellísima Stripping Paper, I Let the Sun Go Down y Suspect my Tears, siempre con la compañía imprescindible del gran pianista Steve Nieve. Pero en ambos rubros, Costello (casado con la pianista y cantante canadiense de jazz Diana Krall) muestra que a sus 64, esa edad mítica desde los años de los Beatles, y quizás en mayor medida después de su tropiezo físico, no necesita de aquella energía para seducir a quienes gustan de su música. Hoy, el artista británico, de origen norirlandés, se reconvirtió en una nueva versión de sí mismo. Más relajado, introspectivo y hasta romántico, es un crooner sofisticado que conserva intactas su voz y su expresividad únicas. Un clásico.

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