Encuentro supremo de David Lebón
A los 19 años era bajista de Pappo’s Blues, a los 20 años baterista de Color Humano, a los 21 bajista de Pescado Rabioso. A esa misma edad editó su primer y muy recordado disco en solitario, a los 23 era el líder de Polifemo y a los 26, guitarrista de Serú Girán. Había aportado lo suyo también en La Pesada del Rock and Roll de Billy Bond y en Sui Generis. Es decir, cuando muchos recién salían a la ruta él, junto con otros pioneros, ya estaba en plena carrera y con mucho camino recorrido. Y había integrado varias de las bandas más representativas de la primera etapa del rock nacional. Antes y después, colaboró con Luis Alberto Spinetta, Claudio Gabis, Charly García, Nito Mestre, Fito Páez y siguen las firmas. Después inició una carrera solista con cierta inconstancia, pero siempre con su especial gusto por el rock, el blues, las guitarras poderosos o sutiles, según correspondiera, y su voz y su forma de decir inconfundibles y expresivas.
Encuentro supremo es el décimo tercer álbum solista de estudio de David Lebón, publicado siete años después de su anterior, Déjà vu, y una década después de su sociedad con otro músico importante en la historia del rock nacional y ex compañero en Serú: Pedro Aznar. Acompañado por un compacto grupo de talentosos músicos —el tecladista Leandro Bulacio, el baterista Daniel Colombres, el bajista Roberto Seitz, el guitarrista Gustavo Lozano y Daniel Ferrón, de Los Amigo, el último grupo de Spinetta, en guitarra y voces—, Lebón hace lo que sabe y con la calidad habitual: rock directo, guitarras en todo sentido eléctricas, buenas voces, todo con un trasfondo místico, de ahí el título, que lo acompaña desde casi siempre.
Suena potente en temas como Último viaje, Juntos (“Después de todo pude encontrar/ después de tanto pude cambiar (…) Gracias sin más, nadie me mueve de acá”), Está todo bien, Perro negro y Dr. Rock; más sutil en los típicamente lebonescos Te amo a pesar de todo, Encuentro supremo y Todo crece. Suma un exquisito conjunto de cuerdas en Las cosas que dijiste y Laura va (tema del primer disco de Almendra), con arreglos de Gustavo Cardozo Ocampo. Y sorprende con Latin rumba (“Quiero sentir que estás feliz igual que yo/ pues este sueño es tan hermoso, no me despierten por favor”) y Volver a Cuba, a dúo con la cantante Marcela Morelo.
Fiel a su estilo, con la misma espiritualidad y al mismo tiempo con todo su poder rockero, más las sorpresas mencionadas, a lo que se deben sumar letras cargadas de pensamientos positivos, El Ruso Lebón conserva intactas en Encuentro supremo su identidad y sus virtudes musicales.
Oscar Finkelstein