¿Cuándo y cómo se dio su primer acercamiento a la música?
Mi primer acercamiento a la música fue en el colegio secundario; una de las materias que se estudiaba era música, y yo en esa época aprendía guitarra. Mis primeras presentaciones fueron en un canal de televisión, en Canal 11, en un programa que se llamaba El mangrullito del 11. Y después todos los fines de año se realizaba una muestra de lo que se hacía, en lo que hoy es una gran librería,  en la Av. Santa Fe y Callao.  
¿Hubo alguna persona que te haya dado un apoyo trascendental, el gran “espaldarazo”?
Para mis viejos la música tenía que ser un hobby; esperaban que me dedicase a otra cosa, a “algo más serio”. No tuve ningún tipo de “espaldarazo” de ningún músico; solamente fue un gran “remo” durante muchos años, disfrutar de la música e ir descubriendo un mínimo talento que había.

¿En qué momentos disfruta más de su profesión?
Todas las veces que me subo a un escenario y que puedo plantear mis canciones y salir a cantar, disfruto de haber elegido esta profesión y de haber hecho esta elección. En el momento que me canse, haré como Forrest Gump: dejaré de correr, y tal vez todos se pregunten “¿por  qué?”, pero bueno, son cosas internas que le pueden pasar a un músico, y en mi caso creo que podrá decantar por ese lado.

¿Hay algún tema de tu repertorio que al interpretarlo aún hoy lo disfrute más que el resto?
Hay canciones en mi repertorio que no quiero cantar más y hay otras que aún disfruto de interpretar. Prefiero no dar nombres ni títulos para que la gente no se sienta defraudada pensando “¡Eh! ¿Cómo no le gusta tocar este tema?”…pero pasa, hay canciones que no quiero tocar más porque ya las canté demasiadas veces.

¿Se siente reconocido por sus pares y por el público?
Desde el primer momento que el tema El ritual de la banana tuvo contacto con la gente, en el año 1987, se hizo muy popular. Todo el tiempo que duró mi estadía con Los Pericos, hasta el 2004, fue de mucho trabajo constante. Hubo altibajos, pero en general fue de muchísimo trabajo. Como solista también porque al principio la gente pensaba “¿Qué irá a hacer ahora que no está con Los Pericos?”, pero al fin y al cabo todos cambian de pareja, cambian de trabajo, de novia…entonces ¿por qué uno no puede cambiar?...pero bueno, eso a veces se perdona y otras veces no se perdona. Pero tengo un reconocimiento enorme; como solista ahora estoy teniendo un potencial de público, que es bastante diferente a mi público anterior. Obviamente el público ha crecido, no es lo mismo el público del año ´87 y a eso sumale 25 años.

Cuéntenos sobre su último disco
Este año saqué Rey mago de las nubes, mi tercer disco como solista con tres cortes ya: el primero fue El pescador; hace poquitos días salió El burrito, que es una cumbia colombiana de una agrupación que se llama Yerba Buena, con una artista del underground que se llama Roxana Bonetto. En el disco también participó Abel Pintos, la murga uruguaya Agarrate Catalina. Un disco que tiene que ver con lo conceptual; a partir de mi trabajo de más de 6 años en el programa de televisión MP3, yo no podía volver y hacer lo mismo que venía haciendo porque hubiese sido muy egoísta internamente, ya que esa experiencia tenía que plasmarla de una u otra manera. No perdí para nada la esencia que venía teniendo y eso a mucha gente le gustó, y es lo que estoy disfrutando este último tiempo.