American Utopia

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El último disco de David Byrne

Después de 14 años, en los que compartió grabaciones y escenarios con un amplio abanico de otros artistas –Brian Eno, Fatboy Slim, St Vincent, entre otros–, David Byrne ya tiene nuevo disco solista, el número 11 de su carrera. Según dijo el propio ex líder de Talking Heads, American Utopia, el álbum en cuestión, cuenta “cómo estamos en Estados Unidos: quiénes somos, quiénes aspiramos a ser y todo ese tipo de cosas”. Pero aclaró que “ciertamente no estoy describiendo ninguna utopía (…) Algunos de estos versos, en particular, son algo distópicos, o no exactamente alegres. Pero los coros se les contraponen, lo que parece dar una sensación de esperanza”.

El músico nacido en Escocia hace 65 años y radicado en los Estados Unidos desde hace más de medio siglo, hace referencia al país de Donald Trump, un país en el que no parece haber demasiado lugar para utopías. Así, aquel músico que alegró las fiestas menos pensadas con sus ritmos cadenciosos, sus fusiones inesperadas y su voz siempre dispuesta a jugar y a arriesgarse más y más, hoy pone su mirada en el día a día de una sociedad llena de extrañeza y de temores por lo que vendrá. Aunque se encargó de aclarar que no es su disco sobre Trump –como, por ejemplo, Peace Trail, de Neil Young– y que algunas de las letras fueron escritas antes de las elecciones presidenciales de 2016 que consagraron al empresario devenido político, es inevitable, a pesar de Byrne, leerlas de ese modo y en este contexto.

El sucesor de Grown Backwards (2004) dispara consignas y preocupaciones como “la verdad no significa nada” (Dance Like This), “somos turistas en esta vida, pero la vista es linda y nunca vamos a volver a nuestros hogares” (Everybody’s Coming to my House), o “la realidad es ficción” y “somos perros en nuestro propio paraíso, en un parque temático donde estamos solos” (Dog’s Mind), ideas que, como se ve, en tiempos de globalización como los actuales podrían ser pronunciadas casi en cualquier parte del planeta.

Sin embargo, y a pesar de todos los males de este mundo, Byrne afirmó: “Me parece que soy bastante alegre la mayor parte del tiempo (…) Pero también puedo ser cínico y pesimista en cuanto a la política y temas por el estilo”. Y demuestra ambos estados en Every Day is a Miracle ("Todos los días son un milagro/ Todos los días tenés que cantar para conseguir tu cena”), una canción bella y necesariamente agridulce.

Musicalmente, American Utopia vuelve a exhibir la extensa y diversa paleta rítmica, armónica y melódica que Byrne viene desplegando desde sus años mozos de Talking Heads y, en especial, desde Rei Momo (1989), su tercer disco solista. Y profundiza en sus aspectos más humanistas, tanto es así que el álbum forma parte del ambicioso proyecto Reasons To Be Cheerful (Razones Para Ser Alegres), cuyo objetivo es difundir la positividad.

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