Villa Carlos Paz, sierras, ríos y teatros
Los paisajes serranos, el hermoso lago formado por el dique San Roque, las aguas cristalinas de los arroyos, eso y mucho más, hacen de la Villa Carlos Paz, uno de los lugares más atractivos para el turista que requiere tanto descanso, como estímulo para la práctica de toda clase de deportes náuticos y de montaña. Pero, también la ciudad es, desde hace mucho tiempo, un centro donde el entretenimiento (buenos restaurantes, boliches, teatros con espectáculos) está asegurado en un cien por ciento
Es verdad que no todas las opciones para el verano están en el mar. Mucha es la gente que, a la hora de elegir, prefiere los paisajes serranos, más tranquilos en general, y con otras posibilidades. Una de las ciudades con alto rating de elección, a la hora de decidir para dónde ir en las vacaciones, es Carlos Paz, la bellísima ciudad cordobesa fundada en 1913. El magnífico clima de esta ciudad, ubicada a 650 metros sobre el nivel del mar, la abundancia de sus bellezas naturales y una infraestructura aportada por el hombre a lo largo de los años, la han convertido en un punto de concentración turística digno de ser disfrutado todo el año.
Las características del relieve y clima permiten practicar todo tipo de actividades, durante las cuatro estaciones: travesías realizando trekking, conocimiento de caminos montando una bicicleta, senderos que presentan diversa dificultad, paisajes cambiantes y experiencias casi siempre únicas. Asimismo, al estar rodeada de ríos y arroyos, la ciudad ofrece diferentes balnearios donde las aguas cristalinas se funden con la dorada arena. Allí se realizan también, deportes náuticos en el maravilloso lago del dique San Roque, donde las embarcaciones siembran color y frescura durante las competencias, acompañando a la diversidad de la flora y la fauna de la zona.
A lo largo del año, en la Villa se podrán encontrar distintos eventos que ya se han transformado en clásicos del lugar: el Campeonato Mundial de Rally que, una vez por año, hace escala en sus serranías y se convierte en una gran fiesta automovilística; la Fiesta de la Primavera, en la que miles de jóvenes concurren a los recitales que ofrecen un auténtico motivo de disfrute; o la Fiesta Gaucha, que exhibe la destreza de los jinetes, montas y ejercicios ecuestres. Para quien va en la temporada de verano, Carlos Paz suele ofrecer también una muy atractiva temporada teatral a la que el público local o visitante asiste en masa.
Villa Carlos Paz es además famosa por su pasado histórico. El lugar, donde hoy se levanta la pujante ciudad turística, tuvo como primeros habitantes a la raza nativa conocida como los comechingones, quienes dejaron sus huellas a orillas de ríos y arroyos. En el año 1573 llegaron los conquistadores españoles, que dispusieron la división de las tierras y con ello también el reparto de indios.
En el año 1891 se construyó el célebre Dique San Roque, que en su momento fue el más grande del mundo y cuya función ha sido, desde entonces, la de abastecer de agua potable y para riego a la ciudad de Córdoba, capital de la provincia. El embalse producido inundó un amplio y verde valle quedando formado un magnífico lago, cuya existencia marcaría para siempre el destino de Villa Carlos Paz.
El crecimiento que, desde ese momento experimentó la villa se hizo palpable en 1955 cuando fue inaugurada la Aerosilla, un transporte que lleva hasta la cumbre de unos de los cerros que limitan la ciudad. Tres años después, el 25 de mayo de 1958 se construyó el reloj Cucú más grande del mundo, con el apoyo técnico de europeos llegados para radicarse en la Villa. Al aumentar el caudal de turistas, las empresas y pequeños capitales acudieron masivamente a cubrir los servicios y así llegamos a nuestros días, en que Villa Carlos Paz se muestra como, una de las ciudades turísticas más importantes de la República Argentina.
En la actualidad, la ciudad cuenta con 80.000 habitantes y es una de las de mayor índice de edificación anual, lo que hace que se vuelva siempre cambiante y novedosa para aquellos que no la visitan asiduamente.
Turismo aventura
Villa Carlos Paz no es ajena a las demandas mundiales de un turismo que aprovecha los valores naturales y culturales de cada lugar. Y eso debido a que es poseedora de singulares condiciones para llevarlo a cabo. Las sierras que rodean a la ciudad, como su valle, es un entorno propicio para realizar múltiples actividades de turismo alternativo en distintos elementos. Si pensamos en el agua, una alternativa es el lago San Roque y sus múltiples actividades como: pesca, canotaje, windsurf, kitesurfing, jet ski, navegación a vela entre otras.
Si consideramos los arroyos y ríos serranos, en ellos se podrá practicar la pesca de salmónidos, el buceo y el snorkelin. La tierra brinda por su parte, senderos y caminos serranos para realizar actividades como: cicloturismo, trekking, escalada, observación de flora y fauna, espeleología, rodados 4x4, y cabalgatas. Y el amplio espacio aéreo, tienta al placer del uso de los parapentes. Estas son algunas de las actividades que, con destreza, equipamiento y observando las normas de seguridad, y si es necesario a acudiendo a la compañía de un guía especializado, un turista se puede animar a acometer.
Las sierras de Córdoba están surcadas por innumerables senderos y huellas que las hacen aptas para las actividades de senderismo y trekking. Esas travesías conducen a lugares únicos, como sus pampas de altura o quebradas de exuberante vegetación. La ascensión a un cerro puede ser la opción que permita conocer nuevos paisajes y da una visión panorámica de los valles que es incomparable. La intensa actividad minera realizada en Córdoba en el pasado dejó, por otra parte, numerosas galerías casi secretas que hoy compiten con las cavernas naturales en la preferencia de los amantes del turismo minero y espeleismo. El cicloturismo por los senderos y caminos serranos, puede ser también otra opción muy atractiva y en los casos de mayores dificultades hay guías especializados para acompañar a quienes deciden practicarlo.
Hay también, en Villa Carlos Paz, un turismo religioso intenso, que tiene su raíz, sobre todo, en la presencia de los jesuitas en la zona, que realizaron distintas obras y han dejado testimonios de una religiosidad que convoca a muchos creyentes. Sobre todo, son muy comunes las visitas a las Estancias Jesuíticas declaradas patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Villa Carlos Paz es, por su posición estratégica, la bisagra turística de todos los valles que integran la provincia de Córdoba. Por tal motivo, se suele pasar por ella para marchar hacia las seis estancias del circuito jesuita: la Manzana Jesuítica (ubicada en plena ciudad de Córdoba, en los solares cedidos por el Cabildo), la estancia de Colonia Caroya, la estancia de Jesús María, la estancia de Santa Catalina, la estancia de Alta Gracia y la estancia de la Candelaria.
Para comer
Ya en tren más terrenal y si de comer se trata, Villa Carlos Paz es el lugar indicado para disfrutar una gastronomía variada y accesible para todos los gustos y posibilidades. Sus platos están preparados con las materias primas más frescas de la zona de quintas y sierras cercanas.
El turista que visita la ciudad cuenta con una variada oferta que incluye restaurantes, con el clásico cabrito serrano, bares para disfrutar por la tarde o noche, confiterías con todas las especialidades en tortas y tragos y parrillas con menú turista. Algunos de estos comercios se ubican sobre la avenida de acceso a la ciudad, otros con vista al lago, y varios en pleno centro de Villa Carlos Paz.