Viedma y Carmen de Patagones, ciudades hermanas

Turismo

Separadas por el río Negro, aunque están en distintas provincias constituyen una misma comarca. Tienen una historia en común, y también su propia identidad. Qué hacer en cada una de ellas.

Viedma es la capital de Río Negro y se ubica en el margen sur del río del mismo nombre. Del otro lado, en la vera norte, está Carmen de Patagones, la ciudad más austral de la provincia de Buenos Aires. Parecidas pero diferentes, ambas tienen su origen en el fuerte Nuestra Señora del Carmen, fundado el 22 de abril de 1779. Además de la historia en común y del río, que a la vez las separa y las une, comparten el atractivo del Puente Ferrocarretero, construido entre 1927 y 1931, íntegramente en acero. Único en el mundo aún en pie, tiene tres tramos fijos y uno basculante, que permitía el paso de los barcos que navegaban esas aguas hasta principios de los años 40.

En Viedma, que en los 80 fue designada nueva capital de la Argentina —un proyecto del entonces presidente Raúl Alfonsín que no prosperó—, un buen comienzo de la visita es el Conjunto Edilicio Salesiano, que integran la Catedral, la ex capilla del Colegio María Auxiliadora, el ex Colegio San Francisco de Sales (donde hoy funcionan el Museo Tecnológico del Agua y el Suelo y el Museo Salesiano Cardenal Cagliero) y el Obispado, con construcciones de entre 1892 y 1945 y que se encuentra frente a la céntrica Plaza Alsina.

A 20 kilómetros de la ciudad se encuentra el balneario El Cóndor, donde da comienzo el Camino de la Costa, que recorre 210 kilómetros hasta San Antonio Oeste. En El Cóndor es donde comienzan a verse los acantilados característicos de la costa patagónica. Allí se encuentran el Mirador de Ceferino y el Primer Faro de la Patagonia Argentina, dos atractivos de la zona. Los amantes de la vida en movimiento pueden practicar actividades náuticas como el windsurf y el surf, y deportes sobre la arena como el carrovelismo, el kitebuggy y el windskate. Y para los aficionados a la pesca, a solo 3 kilómetros se encuentra El Pescadero, con la posibilidad de practicar la actividad desde la costa o embarcados.

Viedma

El camino costero, también conocido como Ruta de los Acantilados, continúa, siempre hacia el sur, con El Espigón, un área zona de impactantes formaciones rocosas; los balnearios Playa Bonita y La Lobería; la Reserva Faunística de Punta Bermeja, donde se puede observar la mayor colonia de lobos marinos de un pelo de la Patagonia, además de toninas overas, orcas y ballenas francas desde los miradores; Bahía Rosas, un destino ideal para la pesca costera de tiburón; Bajada Echandi; Bahía Creek; la reserva natural Caleta de los Loros, y Punta Mejillón, la escala previa al final del recorrido.

Al otro lado del río

Con más vestigios de la historia de la zona, en la ribera norte del río Negro se encuentra Carmen de Patagones. Por eso se impone, por ejemplo, la visita al Muelle Nacional, que durante su primer siglo de vida registró un importante movimiento portuario y que hoy tienen por principal actividad la del cruce del río en lanchas. Allí se levanta el Bar El Puerto, del siglo XIX, hoy Monumento Histórico Nacional. Otro destino es el Museo Histórico Regional Emma Nozzi, que funciona en la Casa Histórica del Banco de la Provincia de Buenos Aires, un edificio de 1830 que combina el estilo renacentista italiano y en su patio, el romanticismo español, que conserva una de las atractivas cuevas maragatas y es también Monumento Histórico Nacional. El gentilicio maragato, que define a los habitantes de esta ciudad, proviene de los inmigrantes de las provincias españolas de León y Asturias.

La historia también se cuenta en el Parque Piedrabuena, lugar donde nació el marino Luis Piedrabuena, que recorrió la Patagonia Austral y fue clave en la declaración de la soberanía argentina en la región. Y en la Casa de la Cultura, de comienzos de los años 1820, de estilo colonial; la Plaza 7 de Marzo, primer parque público de la ciudad que en su nombre rememora la victoria local sobre una expedición imperial brasileña en marzo de 1827; el Solar Parroquial y Capilla Bartruille; el edificio de la Prefectura y su Museo Naval Carmen de Patagones, de finales del siglo XIX; el Muelle Mihanovich, de 1907; los ranchos La Carlota y Rial, de la década de 1820; el Palacio Municipal y la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, que empezaron a construirse a finales del siglo XIX; el Mausoleo del Comandante Luis Piedrabuena; la Torre del Fuerte, de 1870; el Pasaje San José de Mayo, en honor a la ciudad uruguaya del mismo nombre, fundada en 1783 con pobladores que tenían como destino original el Fuerte Nuestra Señora del Carmen, y las Cuevas Maragatas, donde los inmigrantes españoles debieron improvisar sus viviendas ante el incumplimiento por parte de las autoridades de brindarles alojamiento en estas tierras lejanas.

Hacia el norte, a 35 kilómetros de la ciudad se halla el Balneario 7 de Marzo, un lugar de enorme belleza natural y buen pique para los amantes de la pesca. Otros 65 kilómetros al norte se encuentra la Bahía San Blas, paraíso de pescadores, tanto para practicarlo desde la costa como para hacerlo en las modernas embarcaciones que se ofrecen, y que permiten intentar la siempre apasionante pesca de tiburones.