Hay muchas maneras de hacerlo, pero todas tienen en común el amor por la naturaleza, la posibilidad de desenchufarse de los hábitos sedentarios de todo el año, volver a disfrutar de las cosas esenciales y, claro, gastar menos. Por un lado están los acampantes minimalistas, aventureros, que llevan apenas lo indispensable, e incluso menos, y prefieren los lugares de acampe libre o los campings agrestes, que tienen un mínimo servicio, baños y duchas. Por otro, los partidarios del camping organizado, por lo general con fogones y/o parrillas, duchas con agua caliente, proveeduría, lugares donde conectar aparatos eléctricos, canchas, pileta y otros servicios. En este caso, los visitantes suelen viajar con un buen set de implementos para acampar, cocinar, iluminarse y disfrutar de ciertos entretenimientos electrónicos. Finalmente, están los adeptos al camping sofisticado, que muchas veces incluye una casa rodante o una motorhome, y para quienes el contacto con la naturaleza es importante, sí, pero sin abandonar el confort urbano. Por supuesto, cada estilo requiere de una logística y de un presupuesto bien diferente.

En cualquiera de los casos, hay una serie de premisas básicas y de precauciones que deben ser tenidas en cuenta antes de viajar para que la experiencia no termine en frustración:

•El destino: mar, montaña, llanura, sierra, en cada lugar hay características particulares que deben ser consideradas, mayormente en lo relacionado con el clima (amplitud térmica, si es temporada seca o de lluvias, vientos predominantes, etc.), pero también con el estado de las rutas y accesos a las zonas de camping.

•El lugar de acampe: lo ideal es que esté total o parcialmente a la sombra, o al menos que tenga sombra desde el mediodía, pero teniendo en cuenta que los árboles cercanos no tengan ramas secas que puedan caer sobre la carpa. La “puerta” de la carpa debe estar de espaldas al viento. Para evitar problemas con el agua hay que evitar acampar muy cerca de lagos o ríos, en lechos secos, y por seguridad, no hacerlo debajo de tendidos eléctricos ni al pie de una elevación que pueda presentar riesgos de desmoronamiento, aunque fuera menor. El terreno debe ser plano, seco, alto, libre de piedras, ramas y otros obstáculos.

•Los servicios: siempre es bueno tener presentes las distancias y las formas de llegar a los puestos sanitarios, estaciones de servicio, locales para proveerse de alimentos y otras necesidades típicas del acampante, cajero automático, etc.

•Los potenciales peligros: además de los mencionados, en lugares muy apartados puede haber presencia de animales sueltos, de diversa peligrosidad. Por lo general hay carteles de advertencia sobre este tema, y en algunos destinos, incluso cómo enfrentar la aparición súbita de un animal (en el Sur, por ejemplo, hay instrucciones sobre cómo actuar frente a la presencia de un puma). También la repentina subida de los niveles en los cursos de agua es un riesgo que hay que tener previsto. Y, por supuesto, el fuego, especialmente en verano, cuando suelen producirse incendios forestales. Se recomienda seguir las indicaciones para un seguro manejo del fuego.

Aunque lejos de los grandes titulares, la actividad en la Argentina está en constante crecimiento, a pesar del auge que en los últimos años tomaron los hostels, que constituyen una clara competencia, especialmente entre los viajeros más jóvenes. Hay campings en todo el país (con tarifas que van, mayormente, de los $100 a los $150 por día y por persona) y una industria específica cada vez más sofisticada. Entre otras cosas, por la aparición de materiales nuevos, más livianos, que hacen que cargar mochilas, carpas, bolsas de dormir y otros elementos básicos no sea, como solía ser, un desafío permanente a la fortaleza física que en el pasado hizo desistir a muchos de practicar este tipo de vacaciones. Ya no hay excusas.

Para información sobre campings, provincia por provincia: www.solocampings.com.ar.
Para información sobre lugares de acampe en áreas protegidas: www.parquesnacionales.gob.ar

Equipo básico para salir de camping (aunque cada lista es personal)
•Carpa
•Sobretecho
•Toldo
•Bolsa de dormir o colchón inflable e inflador
•Aislante para bolsa de dormir
•Mochila
•Pala
•Hacha
•Navaja multiuso
•Cantimplora
•Sogas de nylon
•Linterna recargable (y pilas si no lo es)
•Farol
•Alargue para electricidad y adaptador
•Encendedor y/o fósforos

La cocina
•Marmita (olla, sartén, plato, jarrito)
•Cubiertos
•Cuchillo grande
•Vasos plásticos
•Anafe con garrafa
•Parrilla portátil
•Recipientes plásticos
•Pava
•Termo, mate y bombilla
•Alimentos (en caso de que no haya proveeduría o para comprar más barato)
•Repasadores
•Servilletas o rollos de papel
•Bolsas plásticas
•Escoba chica
•Trapos, esponjas
•Broches para la ropa

El cuidado y el aseo
•Protector solar
•Repelente de insectos
•Manteca de cacao
•Botiquín básico (apósitos, gasas, tela adhesiva, algodón, alcohol, antiséptico, analgésicos)
•Jabón, champú
•Cepillo de dientes y pasta dental
•Pañuelos descartables
•Anteojos de sol
•Sombrero o gorra
•Toallas
•Desodorante
•Papel higiénico

Lo más personal
•Documentos
•Teléfono celular
•Tarjetas de crédito
•Dinero
•Medicación habitual
•Cámara fotográfica
•Lectura