Un paseo recomendable para quienes visiten Salta es conocerla a través del Tren a las Nubes. Un recorrido de 434 Km ida y vuelta, que parte de la ciudad a 1.187 m.s.n.m. y finaliza en el viaducto La Polvorilla, a más de 4.200 m.s.n.m., sobre la Cordillera de los Andes.
Situada al noroeste de la República Argentina, la provincia de Salta ofrece a quien la visita su geografía y cultura heterogénea. Su territorio abarca todo tipo de paisajes, desde la exuberancia de la selva hasta la aridez del desierto. En medio de sus bellos paisajes, se impone uno de los ferrocarriles más altos del mundo, el Tren a las Nubes, una ramificación del Ferrocarril General Manuel Belgrano. Su construcción comenzó en el año 1921, completándose recién en el año 1948. Este tren recorre unos 434 Km, entre ida y vuelta, en unas quince horas. Parte de la ciudad de Salta, el punto más bajo a 1.187 m.s.n.m., y desde allí inicia un camino de ascenso hasta el último punto del recorrido, el viaducto La Polvorilla, el más elevado de todo el camino. Esta última estación se encuentra sobre la Cordillera de los Andes, a más de 4.200 metros sobre el nivel del mar.
Entre vertiginosas montañas y paisajes impactantes, el Tren a las Nubes atraviesa 21 túneles, 29 puentes, 13 viaductos, 2 “rulos” y 2 “zigzags”. Durante el recorrido se realizan sólo dos paradas, una en la estación de San Antonio de los Cobres y la otra en el viaducto La Polvorilla. Los habitantes del lugar ofrecen a la venta artesanías, vestimenta y productos regionales. El ferrocarril cuenta con servicio de comedor, traductor, asistencia médica, audio y video. Posee una capacidad para 468 pasajeros y alcanza una velocidad máxima de unos 35 km/h.
El Tren a las Nubes garantiza un paseo imperdible por los valles y la puna  salteña.