Tigre, en la provincia de Buenos Aires
Buenos Aires, entendida como la Ciudad Autónoma y las áreas suburbanas, tiene muchísimos atractivos. Sin embargo, sus encantos son más sociales y culturales que paisajísticos. Emplazada en un terreno bien plano, hay que hacer algunos cientos de kilómetros para ver alguna sierra. Y si bien tiene al Río de la Plata bañando su costa este, y aún cuando en los últimos años se han incrementado los paseos para poder disfrutarlo más de cerca, no se trata de un accidente geográfico que determine el modo de vida de la ciudad, como suele suceder en aquellas localidades en que un curso de agua más estrecho atraviesa la urbanización. La gran excepción a esta monotonía topográfica es, sin dudas, Tigre.
Originalmente llamada Las Conchas, la zona empezó a ser conocida con su nombre actual luego de que por 1830 un yaguareté llegara a la región. Los pobladores le dieron caza y desde entonces la anécdota sirvió para renombrar popularmente el partido. Finalmente, en 1952 el Concejo Deliberante oficializó el nuevo nombre y Tigre pasó a designar el área que consta de una parte continental y otra insular.
La gran particularidad de la zona es el Delta. Tigre tiene acceso privilegiado a la desembocadura del Río Paraná y su porción de la misma está delimitada por el Río Lujan, el Paraná de las Palmas, el canal Gobernador Arias y el Río de la Plata. Son 220 km2 de islas y cursos de agua de todos los tamaños que se pueden recorrer en barcos de paseo si el entorno es más familiar o en kayak si se quiere más aventura y contacto con la naturaleza. En muchas islas hay hosterías, cabañas y restaurants. También se puede visitar la Casa Museo Sarmiento, propiedad que perteneció al ex presidente y que luce bien llamativa por la cobertura de vidrio que la protege del exterior.
Pero además del disfrute vacacional, el recorrido por las islas pone al turista frente al modo de vida de los isleños. Es común ver pasar las lanchas colectivas que llevan a los niños al colegio en la época escolar o al despensero que va ofreciendo desde alimentos hasta clavos en su embarcación. Fuera del turismo, los pobladores locales se dedican a actividades forestales.
La parte continental de Tigre tiene atractivos complementarios al recorrido del Delta. En el Puerto de Frutos se ofrecen artesanías de mimbre y madera producidas en la zona. Su nombre se debe a que antiguamente el comercio era mayoritariamente de comestibles. Tigre tiene también un casco histórico colonial muy bonito. Y para quienes buscan un poco más de glamour, pueden visitar el Casino y Nordelta, que tiene propuestas gastronómicas de primera línea y un circuito comercial con las grandes marcas.
Ya sea para pasar un día, un fin de semana o bien tomarse un recreo más amplio, Tigre tiene tantas propuestas que seguramente cada turista encontrará una a su medida.
Cómo llegar
En auto, desde Buenos Aires, se llega por el Acceso Norte y el Ramal Tigre. Cuando este se bifurca tomar a la derecha para llegar al Centro. Desde Rosario se accede por Ruta 9 y luego, en Benavídez, Ruta 27 hacia Tigre.
También se puede llegar en barco desde Puerto Madero y desde Uruguay.
En tren, llega la línea Mitre que sale de Retiro.
También llegan las líneas de colectivos 60 (parte de Constitución) y 21 (desde Liniers).