Propiedad de la tradicional familia Anchorena durante el siglo XIX y de notables marplatenses hasta mitades del XX, la urbanización comenzó un 20 de febrero en 1949 por medio de los hermanos Antonio y José María Orenzans. Fueron ellos quienes adquirieron los terrenos y crearon la Sociedad Santa Clara del Mar S.R.L, constructora que originó el nombre, para llevar a cabo las edificaciones.

Entre árboles y espacios verdes, las calles ostentan reconocidos nombres de balnearios del mundo. Sus playas y una extensa costa son puntos neurálgicos para las actividades deportivas sobre el mar, desde pesca hasta surf, y los entretenimientos en la arena. Confiterías y restaurantes completan el paisaje desde los espigones existentes con vista hacia el horizonte. 
Para el atardecer se recomiendan caminatas, recorridos en bicicleta, paseos a caballo, alquileres de cuatriciclos o partidos de fútbol sobre la horilla del mar. Por su parte, los alquileres cuentan con un gran abanico de posibilidades para las familias: hoteles, campings, cabañas, hostels, casas y departamentos. 

Desde la Av. Acapulco hasta la calle Santa Elena se extiende, por las noches, la peatonal céntrica que propone comercios, espacios de comida, espectáculos culturales y shows callejeros. Bares de estilos variados y la celebración de la Fiesta de la Cerveza amplían la diversión nocturna.

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