San Juan en las tardes de otoño
Una provincia, como las otras de Cuyo, iluminada por la transparencia y el majestuoso paisaje de las montañas, San Juan es un destino donde el turista más pretencioso puede encontrar las más variadas opciones para unas deliciosa vacaciones en la temporada otoñal. Desde el apacible descanso en el ámbito rural o la práctica de deportes náuticos hasta la aventura de recorrer parte de la ruta de San Martín en plena cordillera o la visita al fantasmagórico Valle de la Luna, las opciones que le presentan al visitante son siempre deslumbrantes y poco comunes.
Ubicada en la región árida-semiárida de la Argentina, la provincia de San Juan forma con Mendoza, San Luis y La Rioja el Nuevo Cuyo, una de las regiones más transparentes y singulares del país donde se unen los enormes macizos cordilleranos con la extensión de los valles, los bolsones, los llanos y la bendición de los oasis. Dividida en 19 departamentos, su capital es San Juan, fundada en 1562 por Juan Jufré y trasladada por el mismo un poco más al sur en 1593 para evitar las inundaciones por el río también llamado San Juan.
Ubicada a 500 metros sobre el nivel del mar, la ciudad es un encantador y fértil oasis rodeado por atractivos cordones montañosos. Se caracteriza por su moderna construcción, sus anchas calles y avenidas y sus amplias y arboladas veredas. Y posee una intensa vida social y cultural reflejada en la actividad de sus museos de índole histórico, paleontológico y arqueológico, entre los que figura como principal atracción la casa natal de Domingo Faustino Sarmiento, que conserva las pertenencias del prócer y el telar de su madre, doña Paula Albarracín.
El recientemente inaugurado Museo de Bellas Artes Franklon Rawson, al igual que otras casa de carácter histórico, artístico o de ciencias naturales, son también lugares que convocan a conocer su pasado y su presente. Como símbolo de ese devenir por el tiempo está su Iglesia Catedral y más hacia acá el imponente y más moderno auditorio Ingeniero Juan Victoria, cuya acústica está considerada entre las mejores de Sudamérica.
La ciudad sufrió en 1944 un tremendo terremoto considerado como la peor catástrofe natural registrada en la Argentina y que la destruyó por completo. Su reconstrucción ha sido siempre expuesta como la más nítida expresión de la fortaleza del espíritu local. Quienes han viajado a San Juan elogian en especial sus tardes de otoño, alabadas en una canción por los versos del poeta Armando Tejada Gómez y la música de Ariel Ramírez (Volveré siempre a San Juan).
Más al sur de la capital, un departamento digno de visitar es Rawson, donde se encuentra el Museo Arqueológico Profesor Mariano Gambier, lugar de exposición de valiosas piezas que son testimonio de las culturas aborígenes que poblaron el territorio provincial. Es un departamento de llanura cuyo suelo favorece el cultivo de frutas (damascos, uvas, ciruelas) y hortalizas (como sus famosos espárragos). Y siguiendo hacia abajo se ubica a Pocito, con sus estupendos viñedos, sus bodegas de moderna tecnología, productoras de vinos de excelente calidad. En ese sitio se ha desarrollado la primera parte de la llamada Ruta del Vino de San Juan, que en el sur permite un encantador viaje por el circuito de sus bodegas y viñedos o una travesía por el Pocito Rural, organizado para disfrutar la naturaleza a pleno. En el departamento de Pocito se inauguró hace poco tiempo un estadio denominado Bicentenario, con una capacidad para 25 mil personas.
Más al norte
Si se sale de la capital de la provincia, más al norte se halla el deparamento de Albardón, sembrado de extensos viñedos y otros frutales, y sede de los yacimientos de calizas y dolomitas más importantes del país. Allí, a 25 kilómetros de San Juan y a 5 de Las Lajas, se puede visitar en Las Tierritas la pequeña capilla artesanal donde los lugareños honran a la Virgen de La Carrodilla, patrona de los viñedos. O también realizar algo de turismo rural, concretando el circuito “Sabores entre Albardas”, donde es posible disfrutar de una exquisita comida casera con reminiscencias españolas, influencia traída por los inmigrantes de distintas regiones de la península, rociados por estupendos vinos artesanales.
Muy cerca, un poco más al oeste, se ubica el hermoso el hermoso departamento San Martín, que en los últimos años sumó dos atractivos importantes a la oferta turística. Uno es el Complejo Turístico Religioso San Ceferino Namuncurá, donde se encontrarán parrilleros, mesas, agua potable, energía y todo lo necesario para pasar un hermoso día de camping, que se puede culminar con una subida al Mirador, de 70 metros de altura, que permite contemplar la hermosa postal del Valle de Tulum, con sus cultivos de uvas y olivos y admirar la espléndida escultura de Ceferino Namuncurá. La otra visita a la que es difícil sustraerse la constituye el Observatorio Turístico Domingo F. Sarmiento, que ofrece la posibilidad, a solo 20 minutos de la ciudad de San Juan, de ver más de 13 mil astros mediante un telescopio de observación directa.
Sobre el sudeste de la provincia, pero no lejos de San Juan, otro circuito indispensable es el departamento de Caucete, célebre por el otro fuerte terremoto que tuvo allí su epicentro en 1977. Es una zona de agricultura, viñedos y olivares y asiento de 40 bodegas. Uno de sus principales atractivos es el santuario de la Difunta Correa, lugar que recibe miles de promesantes, especialmente en Semana Santa, que van a rendir culto a “la difuntita” como se la conoce popularmente. Este destino posee servicios de alojamiento, comida, venta de productos regionales, iglesia, oficina de informes, etc. Y a unos kilómetros de allí se halla también el templo de San Expedito, al cual acuden miles de peregrinos, especialmente en el mes de abril.
Los departamentos de Zonda y Rivadavia, al oeste de San Juan, se destacan por su oferta de excelentes campings, con una reserva faunística que últimamente incorporó un serpentario de modernas instalaciones, oficina de informes y lugares de interés cultural. En él se halla ubicada la Quebrada del Zonda, más conocida como la “Quebrada Rugiente”, o el autódromo " Eduardo Copello", único en Sudamérica por sus características y emplazamiento.
A escasos kilómetros tambien de la ciudad capital de San Juan, el turista se topa con un ejemplo deslumbrante de ingeniería hidroeléctrica: la Presa de Embalse “Quebrada de Ullun”, cuyo espejo de agua cuenta en su zona con numerosos complejos turísticos donde se desarrollan actividades náuticas, acuáticas y deportivas en general. Este paseo ofrece una variada gama de servicios para el turista, excelentes instalaciones, alojamiento, restaurantes, sitios de recreación y esparcimiento. En el departamento de Ullun, precisamente, fue inaugurado hace poco el primer establecimiento de producción de energía fotovoltaica del país, que suministra energía al sistema interconectado nacional. El primer ejemplo de producción de energía limpia, orgullo de San Juan.
Departamento de Calingasta
Un imponente paisaje montañoso a través de la precordillera andina conduce al increíble valle de Calingasta, situado a 180 km. al sudoeste de la provincia. Bajo uno de los cielos más diáfanos del mundo y custodiado por grandes guardianes de piedra como lo son el Mercedario o el imponente Aconcagua (6.959 metros), Calingasta despliega su belleza ante los ojos asombrados del espectador. Las apacibles localidades de Calingasta y Barreal, con sus largas calles flanqueadas de alamedas y el suave rumos de las refrescantes acequias ofrecen una cómoda y variada oferta de alojamientos, comedores y campings, ideales para disfrutar de tranquilas jornadas de contemplación y descanso, o bien para programar actividades cargadas de adrenalina como lo son el rafting, el trekking, las cabalgatas, entre otras.
Lugares y sucesos históricos como la Capilla de Catalve del siglo XVIII, las ruinas de fundición de minerales en Hilario o la travesía que transita los senderos recorridos por el glorioso Ejército de los Andes al mando del Gral. San Martín se emplazan junto a sitios de sugestiva belleza, tal el caso del Cerro Alcázar, estupendo trabajo donde la erosión modeló sobre areniscas y arcillas figuras de monumental belleza.
En la zona del Leoncito se halla el Barreal Blanco o Pampa del Leoncito antigua planicie de sedimentación lacustre donde hoy se practica el excitante “carrovelismo”. Próximo a ese lugar, se halla el Parque Nacional El Leoncito, que aloja entre sus innumerables atractivos el Complejo Astronómico El Leoncito y la estación astronómica Carlos U. Cesco, a 2.250 metros sobre el nivel del mar, cuyas instalaciones han merecido el reconocimiento a nivel internacional y ofrecen, debido a la diafanidad de la atmósfera, la observación astral en un promedio de 275 noches anuales.
La pesca de truchas criollas, salmonadas, arco iris y otras variedades constituyen allí mismo un importante atractivo en los cursos de agua de la zona. Hace unos años se sumó una actividad por demás importante, el llamado Cruce de los Andes, que fue declarado de interés turístico nacional. Consiste en una excursión de varios días, acompañado con guías expertos de Barreal, por la ruta que recorrió el Gran Libertador, Don José de San Martín. La propuesta es cabalgar siguiendo en parte esa ruta puede ser una experiencia inolvidable. Este programa puede acercar al visitante hasta el límite argentino-chileno, en el paso de Valle Hermoso, a 3300 metros sobre el nivel del mar, en la cordillera frontal. Internándose por el río Volcán se puede admirar de cerca el el majestuoso Aconcagua. La lectura de estrellas, el avistaje de fauna autóctona de alta montaña, la flora y la geología forma parte de esta aventura por una de las regiones más hermosas de la Argentina.
Hacia el este
Al este de la provincia de San Juan, el Valle Fértil se halla recostado sobre la ladera oriental de las Sierras Pampeanas a lo largo del hermoso valle tapizado por una abundante vegetación de gran variedad y belleza, en localidades como Chucuma, Astica, Las Tumanas que ofrecen un panorama singular dentro del contexto provincial. La villa San Agustín es también un sitio turístico con un espléndido embalse, con campings y balnearios, que además de una variada oferta hotelera resulta un complemento ideal para una estadía inigualable. Recorrer el interior de las sierras, ya sea en vehículos o a lomo de mula en travesías de dos o tres días de duración entre arroyos y quebradas, permite conocer la especial idiosincrasia de los pobladores de las Sierras de Riveros, Chaves, Elizondo y la Majadita, compartiendo con ellos el arreo de ganado, ordeñe y la fabricación de queso, manteca y dulces. Valle Fértil se destaca por sus excelentes artesanías, tejidos, cerámicas, trenzados, etc. Los museos de minerales o antropológico, conforman un atractivo más a tener en cuenta.
Los platos típicos de la zona también son una motivación: asado, chivito, chanfaina, locro, pasteles, etc., se acostumbran a servir en las fiestas tradicionales y comedores de la zona, acompañados de buenos vinos sanjuaninos. Todos los años, se realiza la Fiesta de Conmemoración de la Fundación del Departamento, con ranchos típicos y elección de la Reina. También se ha convertido en todo un acontecimiento deportivo, que atrae a miles de visitantes, el Rally Tras las Sierras, donde compiten autos, motos, que se desplazan por esas geografías a gran velocidad, salvando obstáculos de la naturaleza.
El Parque Nacional Ischigualasto (el Valle de la Luna), declarado patrimonio natural de la humanidad, es otro destino casi inevitable en San Juan. Se trata de una reserva paleontológica de una riqueza única en el mundo ya que representa una secuencia relativamente completa de sedimentos Triásicos (era Mesozoica) que, condensados desde hace 180 millones de años, aportan fósiles que permiten estudiar los cambios de la fauna y la aparición de nuevos animales y la extinción de los anteriores. Deslumbrante para quienes aman la fotografía y los paisajes indómitos, se pueden recorrer terrenos de coloraciones pardas, grises y rojizas, donde el viento y el agua han esculpido formas sorprendentes conocidas con nombres populares como el Gusano, El Submarino, Cancha de Bochas, Valle Pintada, entre otros. La visita el Parque Ischigualasto es un viaje al inicio de los tiempos. Una frágil escenografía de esculturas se desarrolla en aparente inmovilidad desde hace millones de años y allí donde pasea una manada de guanacos, alguna vez caminó un enorme dinosaurio.