Salta: la reina del norte.
Los adjetivos que la popularizaron ya le quedan chicos: “la linda”, “la bella”, “la apacible” son sólo aproximaciones a lo que nos depara la ciudad y la provincia de Salta.
Paisajes que deslumbran a cualquier visitante, una oferta gastronómica que reúne las delicias de la cocina norteña, los mejores Cabernet Sauvignon de la Argentina – según lo afirman destacados sommeliers de todo el mundo – y los genes del folklore argentino que laten en cada peña, son sólo algunos de las principales atracciones que están a disposición de los ocasionales visitantes.
Caminar por la plaza central de la ciudad de Salta no sólo reafirma el carácter internacional de los contingentes turísticos que la recorren, sino también nos exponen a esa tentación insalvable de sentarse en los barcitos que la circundan para deleitarse con las deliciosas empanadas salteñas.
Por último, en frente de la plaza, podemos encontrarnos con un Museo que no está exento de controversias: es el que reúne a las llamadas “momias de Llullaillaco”, donde se exhiben los cuerpos de dos niñas y un niño incaico, que aparentemente fueron parte de un ritual y que fueron descubiertas hace algunos años. Claro que en el descubrimiento y en la decisión de exhibirlos, nunca se tomó en cuenta, el parecer de los descendientes del pueblo Inca.
Con vuelos diarios de Aerolíneas Argentinas desde Aeroparque y distante a 1468 km de Buenos Aires por rutas 9 y 34, Salta la linda, es un destino ineludible en cualquier período del año.