Puerto Blest



Turismo

Sólo accesible desde nuestro país por las aguas del lago Nahuel Huapí, la travesía hasta el lugar es memorable. 

Lugar de ensueño si los hay. Si la belleza de la Patagonia Andina cautiva a todas las personas que alguna vez la han recorrido, en Puerto Blest se condensa toda esa hermosura en un pequeño punto. Y más si tenemos en cuenta que acceder a él tiene ya algo de aventura, ya que es necesario hacerlo en una embarcación por el lago Nahuel Huapi.

Como todo paraje con alguna señal de civilización, Puerto Blest también tiene su historia. En primer lugar hay que decir que debe su nombre al Dr. Juan Blest, gobernador de la provincia chilena de Llanquihue, ubicada en la Región de los Lagos del país trasandino. Así lo bautizó en febrero de 1856 el explorador chileno Francisco Fonck, amigo de Blest, en honor al impulso que él le diera a su expedición.

El origen del nombre tiene directa vinculación con el desarrollo del lugar. Puerto Blest era fundamental para el transporte de mercancías entre Argentina y Chile a través del Paso Pérez Rosales, la mejor opción de la zona por aquella época. Desde Bariloche se navegaba hasta Puerto Blest, desde allí se continuaba a caballo hasta el lago Frías, nuevamente una embarcación sorteaba ese lago y luego se llegaba hasta el paso cordillerano.

El periplo desde Bariloche hasta Blest es hoy de por sí un gran atractivo turístico, ya que se entra en contacto con la belleza del paisaje y con muchos de los lugares señalados como los encantos particulares de la zona. Se parte de Puerto Pañuelo, ubicado a 25 km de la ciudad en la península de Llao Llao y sobre el Nahuel Huapí. Luego se navegan los 18 kilómetros del angosto brazo Brest, en cuya entrada se dividan los cerros Capilla y Millaqueo y la isla Centinela, donde descansan los restos de Francisco Pascasio Moreno (más conocido como el "Perito" Moreno). A poco de haber ingresado al brazo están las islas Mellizas y antes de la Bahía Blest se pasa por la Playa de las Arañas y Cascada Blanca. En Puerto Cántaro se abre un sendero terrestre para llegar a la laguna Los Cántaros y observar el Puerto Blest en la margen opuesta.

Finalmente, en Puerto Blest funciona un hotel que se fundó en 1904 y que funcionó hasta 2009. Tras una importante remodelación, reabrió el año pasado. Se trata del único lugar habitado en decenas de kilómetros, por lo que es ideal para una desconexión total en contacto con la naturaleza. Inmerso en la tupida vegetación de la Selva Valdiviana (con 4000 mm de precipitaciones anuales es de los lugares más lluviosos del país), está rodeado por la Cordillera de los Andes, el Cerro Tronador, el Cerro Tres Hermanos y el Lago Frías, famoso por su color verde esmeralda.

Puerto Blest es un paseo imperdible para quienes andan por Bariloche pero es también un destino con personalidad propia. Alojarse en su hotel por unos días es una experiencia inolvidable.


Cómo llegar


A Puerto Blest se accede solo navegando por el lago Nahuel Huapí o bien cruzando desde Chile por el paso Pérez Rosales. A Bariloche hay vuelos diarios desde Buenos Aires y Aerolíneas también llega  desde Córdoba y El Calafate. La línea aérea Andes vuela desde Mendoza y Bahía Blanca.
En auto, la principal vía de acceso a la ciudad es la ruta nacional N 237, utilizada por quienes vienen del centro y norte del país. También se puede llegar desde San Martín de los Andes por la ruta nacional N 234 y la ruta nacional N 231 ("Camino de los Siete Lagos").