Playas de río
No todas las personas tienen la posibilidad de viajar especialmente para disfrutar de las playas de la Costa Atlántica. Otras prefieren otras coordenadas, o evitar el viento y el agua salada del mar. Pero el calor aprieta en verano y el agua es la contraseña para paliarlo. Por eso la mayoría de los argentinos pasan algunas horas, días, semanas o meses a orillas de ríos, lagos, lagunas, embalses, arroyos, riachos, en una actividad que, con sus particularidades y volúmenes, se practica en cada una de las provincias argentinas.
Aguas más o menos cristalinas, más o menos templadas; playas de fina arena o de gruesas piedras; paisajes de llanura, sierra o montaña siempre tienen para ofrecer su curso de agua, su balneario equipado, su módica proveeduría o su carácter agreste, su silencio, su paz. En algunos destinos hay vendedores ambulantes, servicios de todo tipo, deportes náuticos, música a todo volumen, como si se tratara de cualquiera de las playas más concurridas del Atlántico. Pero no en la mayoría, donde las más de las veces son visitados por lugareños y no tanto por turistas.
Elige tu propia aventura
En el norte de la provincia de Buenos Aires, sobre la costa del Paraná, son varias las localidades que tienen balnearios sobre sus aguas. Además de las playas del Delta, están las de Campana, Zárate, Baradero, San Pedro, Ramallo y San Nicolás. Sobre el Río de la Plata, y más allá de la contaminación y de la prohibición de bañarse en sus aguas, de Quilmes hacia el sur se encuentran las playas de Berisso, Ensenada, La Balandra, Atalaya, Magdalena, Punta Indio.
También la provincia de Santa Fe tiene alternativas playeras de agua dulce. A orillas del Paraná y de la laguna Setúbal, en la capital provincial se suceden balnearios como Espigón I, Espigón II, Playa Grande, Los Alisos, Paseo de la Laguna, Costanera Este, Parque Garay y Parque del Sur. En Rosario, se puede disfrutar de la arena, el río y las islas en las playas Casablanca, Puerto Pirata, Isla Verde, Vladimir, Rambla Cataluña I y II y el popular Balneario La Florida. También en localidades como Coronda, Granadero Baigorria, Monje, Santo Tomé y Timbúes.
En Córdoba, la oferta de playas en las costas de ríos, lagos y arroyos es inabarcable. Es posible disfrutar de sus encantos en pequeños pueblos serranos, localidades intermedias o fuertes destinos turísticos, como Carlos Paz. Así, la lista oficial incluye a Amboy, Athos Pampa, Bialet Massé, Cabalango, Calmayo, Capilla del Monte, Charbonier, Cosquín, Cuesta Blanca, Despeñaderos, El Durazno, Embalse, Huerta Grande, Intiyaco, Jesús María, La Calera, La Cumbre, La Cumbrecita, La Falda, La Granja, Las Albahacas, Las Caleras, Los Reartes, Mina Clavero, Miramar, Nono, Salsipuedes, San Antonio de Arredondo, San Esteban, San Marcos Sierras, San Roque, Santa Cruz del Lago, Santa María, Santa Rosa, Tanti, Valle Hermoso, Villa Carlos Paz, Villa Cura Brochero, Villa del Dique, Villa General Belgrano, Villa Giardino, Villa Los Aromos, Villa Rumipal y Villa Yacanto.
Entre Ríos es otra provincia con muchas playas, ya que se suceden a ambas márgenes, en las costas de los ríos Paraná y Uruguay, pero también a orillas del río Gualeguay, sin contar con las que existen en sus numerosos arroyos, riachos y lagos. Así, hay balnearios en ciudades como Colón, La Paz, San José, Diamante, Paraná, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, Villa Urquiza, Chajarí, Piedras Blancas, Concordia, Federación, Valle María, Gualeguay, Urdinarrain y en Islas del Uruguay.
Siguiendo por la Mesopotamia, en Corrientes hay playas muy visitadas en las ciudades de Bella Vista, Corrientes, Esquina, Itá Ibaté, Ituzaingó, Monte Caseros, Paso de la Patria y Santa Ana. Y en Misiones las hay a orillas de los ríos Paraná, Uruguay, Iguazú, San Antonio y Pepirí Guazú en las localidades de Alem, Aristóbulo del Valle, Concepción de la Sierra, Corpus, El Alcázar, El Soberbio, Garupá, Jardín América, Oberá, Posadas, Salto Encantado y Santa Ana.
En el noreste del país, hay playas a orillas de los ríos Paraguay y Paraná en Chaco (como Isla del Cerrito o Villa Bermejito), y en Formosa (Herradura, a 40 km de la capital provincial, y Reserva Laguna Oca, en la ciudad de Formosa). En tanto, en el noroeste se pueden disfrutar por ejemplo las del dique Cabra Corral (Salta); El Siambón, Lules y El Boyero (Tucumán); Isla larga (Catamarca) y Piedras de Alfaro y los embalses González Lacasa y Mansilla (La Rioja).
En la zona de Cuyo, San Luis ofrece sus balnearios de Potrero de los Funes, San Francisco, Renca, San Martín, Las Chacras, Nueva Galia; en San Juan, a orillas del río Jáchal y en el dique de Ullum; en Mendoza, en el dique Valle Grande de San Rafael y en las costas del río Mendoza. Y en La Pampa, el dique Casa de Piedra y la Laguna de Utracán, en General Acha.
La Patagonia también tiene un abundante y atractivo circuito de playas con aguas mayormente cristalinas. Y frías. En Neuquén, por ejemplo, a orillas del Limay, la capital provincial ofrece los balnearios Río Grande, Sandra Canale y Municipal, mientras que en toda la provincia el circuito de lagos propone playas de enorme belleza, como las que se encuentran a orillas del Lácar, el Traful, el Melinquina, el Espejo, el Lolog y otros, o las de Villa la Angostura, en la costa del Nahuel Huapi. Muy cerca de allí, en Río Negro, se encuentran las playas de Bariloche (Bonita, Puerto San Carlos, Centenario, Melipal, Bahía Serena, Playa del Viento). Más al sur, en la Comarca Andina, ya dentro de la provincia de Chubut, se destacan La Playita del Parque Nacional Lago Puelo, Puerto Patriada y Puerto Bonito (a orillas del lago Epuyén) y El Maitén (en las costas del río Chubut).