Para ir a la playa, el Sur también existe

Turismo

Para amantes del descanso, el contacto con la naturaleza, las playas anchas y los horizontes despejados, no todo está perdido. Otras costas del Atlántico, del sur bonaerense a Santa Cruz, también tienen mucho para ofrecer. Pase y vea.

Hay vida más allá de Mar del Plata. Aunque “Costa Atlántica” por lo general remite a las playas que van de San Clemente del Tuyú a “La Feliz”, el litoral marítimo argentino ofrece una buena cantidad de opciones, de la bonaerense Miramar a la santacruceña Puerto San Julián, diversas tanto en su extensión, entorno natural, servicios y atractivos, como en la temperatura de su ambiente y de sus aguas.

Las del sur de la provincia de Buenos Aires se caracterizan por la amplitud y longitud de sus playas, sus acantilados, sus médanos, los bosques de pinos o eucaliptos, la escasa presencia humana —en especial al sur de Necochea—, los vientos —que permiten la práctica de deportes como el surf o el windsurf— y la posibilidad de practicar la pesca en buenas condiciones, aun desde la costa. Estos son los destinos principales:

Miramar: además de su extensa playa, que invita a ser caminada, y de una infraestructura que permite disfrutar de la ciudad en familia y a todas las edades, es un buen destino para la pesca y tiene una serie de atractivos muy particulares. Entre ellos, el Vivero Dunícola, con su gran variedad de especies, y el Bosque Energético, un lugar frecuentado por los amantes de lo esotérico. También ofrece la posibilidad, como en otros destinos de la región, de hacer turismo rural, con visitas a estancias de la zona en las que se pueden desarrollar numerosas actividades típicas del campo en clave recreativa. 

Mar del Sur: apenas 15 kilómetros al sur de Miramar, es uno de los balnearios más antiguos de la costa bonaerense, nacido hace más de un siglo como un proyecto faraónico que nuca se concretó. Las antiguas construcciones que sobreviven de diverso modo, como el Boulevard Atlantic Hotel, son las pruebas más contundentes en este sentido. De belleza agreste, destacan los arroyos la Carolina y La Tigra, que desagotan sus dulces aguas en el Atlántico, sus imponentes y solitarios médanos, el Museo Punta Hermengo y la laguna La Ballenera. Más al sur se suceden otros balnearios, como Centinela del Mar, Arenas Verdes y Costa Bonita.

Necochea: de características similares a Miramar tanto en atractivos naturales como en infraestructura turística, ofrece dos balnearios al precio de uno. Necochea y Quequén están separados por el río Quequén Grande y a cada lado del mismo transcurren sus días de veraneo locales y visitantes que hacen propio uno –y solo uno— de los dos sectores. Además, ofrece su Puerto, su imponente Faro, el atractivo Parque Miguel Lillo, su histórico Casino.

San Cayetano: 28 kilómetros de playas anchas apenas interrumpidas por bellas formaciones rocosas y médanos integran este balneario del partido homónimo.

Orense: a 16 kilómetros de la localidad del mismo nombre, en el partido de Tres Arroyos, este balneario se conoció durante años como Punta Desnudez, es ideal para el descanso, las caminatas, las cabalgatas y la pesca. Además, ofrece otros atractivos naturales como el arroyo Cristiano Muerto, el forestado Médano 40 y el Salto de Julián.

Claromecó: este “paraíso de la pesca” es el balneario elegido por la mayoría de los habitantes de la cercana ciudad de Tres Arroyos (el significado en idioma araucano de Claromecó) para disfrutar de sus playas y de su mar, rico en yodo y en hierro. También para los amantes de los deportes náuticos. Entre sus mayores atractivos está el famoso Faro, de 54 metros de altura; el Museo Regional, con una importante colección de piezas arqueológicas y paleontológicas; el Paseo del Arroyo, con sus siete cascadas, y la Estación Forestal, con gran variedad de especies vegetales.

Reta: comparte con otros destinos de la zona sus atractivos naturales, a los que suma el Túnel Submedanal, una construcción que comunica el casco urbano con el mar por debajo de la zona de médanos; la Villa San Francisco, y la Cueva del Tigre, sobre el río Quequén Salado. Se lo conoce también como Balneario Océano o Balneario San Sebastián.

Oriente: combina la belleza y opciones de su zona rural, con la posibilidad de hacer grandes y variadas caminatas y cabalgatas, con la tranquilidad de las playas de su balneario Mirasol.

Monte Hermoso: el destino más importante del extremo austral bonaerense propone en sus numerosas playas la práctica de deportes como el surf, el windsurf y el kitesurf, manejar vehículos de jet ski o cuatriciclos, cabalgatas y mucho más. Integra, con Pehuen Có, la recientemente creada Reserva Natural, Geológica, Paleontológica y Arqueológica.

Pehuen Có: como en toda la región, son muy aprovechables para el visitante sus anchas playas y la posibilidad de desarrollar actividades deportivas diversas. Además, tiene un muy atractivo Yacimiento de Huellas Fósiles; la Casa Barco, impactante construcción en forma de embarcación, y su Bosque Encantado, más de 100 hectáreas de pinos, eucaliptos y cipreses.

Punta Alta: a las bondades y atractivos de toda villa veraniega, que en este caso atiende la fuerte demanda de los habitantes de la cercana Bahía Blanca, agrega su condición de ciudad-puerto con buena infraestructura de servicios.

Bahía San Blas: es la más austral, agreste y solitaria playa bonaerense, ya en el partido de Patagones. Las rías Jabalí y Guanaco separan de tierra firme a la Isla del Jabalí, de unas 6.000 hectáreas, donde transcurre toda la “acción” de San Blas. Con solo 500 habitantes, es un lugar ideal para la pesca, la contemplación de la naturaleza y el descanso.

Arenas patagónicas
Frontera natural, además de ser el mojón entre las provincias de Río Negro y Buenos Aires, hacia el sur las aguas del río Negro también marcan la presencia de un sistema de playas que combinan las arenas finas, las fangosas y las pedregosas, más el maravilloso espectáculo de los acantilados patagónicos y aguas sorprendentemente templadas en algunas costas.

El Cóndor: 30 kilómetros al sur de Viedma constituye, junto con La Lobería y Playa Bonita, la oferta veraniega por excelencia de los habitantes de la capital rionegrina. Se lo conoce también como “La Boca” por la que el río Negro desagua en el Atlántico. Tiene extensas playas donde practicar numerosas actividades como windsurf, kitesurf, pesca, carrovelismo y un clásico del lugar, el avistaje, que permite la contemplación de una amplia variedad de aves marinas, que se hacen presentes en más de un centenar de especies. Desde los faros Ceferino Namuncurá y Barra del Río Negro se puede disfrutar del paisaje patagónico en toda su inmensidad.

Las Grutas: ubicada a orillas del golfo San Matías, con sus 30 kilómetros de playas y los hasta 25 grados de temperatura de sus aguas en verano es un imán para el turismo playero. En sus acantilados de hasta 8 metros de altura se hallan las grutas en cuestión, visibles cuando se produce el espectáculo diario de la bajada de la marea. Esto provoca que el mar se retire unos cuantos cientos de metros y que se formen bellas piletas de piedra. Pesca, buceo y otros deportes náuticos están a la orden del día en Las Grutas, el balneario con mayor infraestructura de servicios y entretenimientos de toda la Patagonia.

Sierra Grande: una serie de pequeños balnearios, con eje en Playas Doradas, conforma la oferta veraniega de la zona, con destinos como Playa Bonita, Playa Los Suecos, Punta Hornos, Las Casitas, Punta Colorada, La Pingüinera y Puerto Lobos. En Playas Doradas en particular se puede disfrutar de sus amplias playas, caminar, cabalgar, bucear, pescar, etc.

Puerto Madryn: más de 30 kilómetros de playas tiene esta importante ciudad-balneario de más de 100.000 habitantes, que es el punto de partida hacia la Península Valdés, donde se desarrolla una fuerte actividad turística relacionada con el avistaje de ballenas, pingüinos de Magallanes, lobos y elefantes marinos, orcas, delfines y gran variedad de aves. En el verano ofrece, además, sus playas de arena, caracoles o canto rodado donde se desarrollan actividades náuticas como buceo, kayak, esquí acuático y kitesurf.

Playa Unión: ubicada a 13 kilómetros de Rawson, la capital de Chubut, fue bautizada así en recuerdo del barco italiano del mismo nombre, que sufrió un naufragio en la zona. Su bravo mar es ideal para la práctica del surf, y desde sus playas es posible visualizar toninas overas, que acostumbran nadar muy cerca de la orilla. También es un buen lugar para la pesca deportiva.

Rada Tilly: de gran crecimiento en los últimos años, es una muy linda villa de verano ubicada 12 kilómetros al sur de Comodoro Rivadavia, en Chubut. Un poco más al sur, en Punta del Marqués, se encuentra una atractiva reserva de lobos marinos, y más abajo aun en el mapa, las playas más tranquilas y de arenas más finas de la zona.

Puerto San Julián: al norte de este fondeadero de la provincia de Santa Cruz, en el que alguna vez anclaron el navegante Hernando de Magallanes o el mítico pirata inglés Francis Drake, las playas Los Caracoles, Punta Caldera y Cabo Curioso convocan a los habitantes de la zona a sus playas anchas y a sus aguas frías. Cerca de allí, en zona de acantilados, está La Lobería, apostadero de lobos marinos. En otra playa, La Mina, se pueden practican deportes náuticos, y hacia el sur se halla la Reserva Provincial Península San Julián, donde se pueden avistar pingüinos de Magallanes, cormoranes, ñandúes, zorros, guanacos y otras especies.