Navarro



Turismo

El pueblo donde fue fusilado Manuel Dorrego hoy es uno de los destinos cercanos a Buenos Aires más visitado por el turismo de escapadas cortas. 

Con poco más de 13 mil habitantes y a 120 kilómetros de Buenos Aires, el pueblo bonaerense de Navarro suele aparecer como uno de los destinos típicos para esas escapadas cortas de fin de semana largo. La tranquilidad de sus calles, la amabilidad de su gente y una gran laguna atraen a quienes buscan un poco de sosiego a pocos minutos de la Capital.

El origen de la localidad se remonta a 1767 y no difiere demasiado del de tantos otros lugares de la provincia: empezó siendo un precario fortín que separaba a la incipiente nación de las tierras de los indios. Miguel Navarro, a quien le debe su nombre, era un capitán que acompañó a Juan de Garay en sus excursiones del siglo XVI que se habría asentado en la zona. Antes de que comenzara la urbanización, el lugar se conocía como "los pagos de Navarro". Quince años después de esa primera instalación, el virrey Vertiz decide que se establezcan poblados alrededor de cada uno de los fortines, dando inicio así al crecimiento del pueblo. Hoy día se puede visitar una réplica del Fortín San Lorenzo de Navarro, construida en 1997.

Navarro fue también testigo de uno de los episodios más sombríos de la historia argentina: el fusilamiento de Manuel Dorrego en 1828. En las cercanías del poblado tuvo lugar la batalla que enfrentó al entonces gobernador de Buenos Aires con las fuerzas de Juan Lavalle, quien se había puesto al frente de una conspiración para derrocarlo. El combate fue ganado por este último, que días después ordenó el fusilamiento. Hoy el pueblo lo recuerda a través del Parque Histórico y Biográfico Manuel Dorrego, emplazado en el lugar donde se produjo su muerte.

Más allá de este rico patrimonio histórico que ostenta el pueblo, en la actualidad el atractivo turístico que más visitantes convoca es la laguna. A solo dos cuadras de la plaza central, un espejo de agua de 165 hectáreas con una profundidad media de un metro puede ser recorrido en botes o canoas como simple esparcimiento o para pescar tarariras, bagres y carpas. Y quienes no deseen aventurarse en sus aguas, pueden disfrutar del arbolado parque que la rodea.

Por su parte, los amantes de la historia ferroviaria de la Argentina pueden visitar el Museo Ferroviario de Navarro, instalado en lo que alguna vez fuera la Estación Navarro del Ferrocarril General Belgrano, una de las dos líneas que alguna vez operaron en la localidad (la otra fue el Ferrocarril del Sud) y que ofrecía un servicio directo a Buenos Aires. Con acceso libre y gratuito, se puede ver la colección privada de Carlos Martino, vecino del pueblo y ex jefe de la estación.

Historia, esparcimiento y paz pueblerina, los atributos de un lugar ideal para una escapada corta ahora que el buen clima invita a pasar más tiempo al aire libre.

Cómo llegar
Sin ferrocarril activo, a Navarro se puede llegar en auto desde Buenos Aires tomando el Acceso Oeste hasta Luján. Allí se debe agarrar el acceso a la ruta 5 que va a Mercedes y en la rotonda con la intersección a la ruta 47 doblar a la izquierda. Desde ahí son 56 kilómetros hasta el pueblo. También se puede ir por la Autopista Ezeiza-Cañuelas. En ese caso, en la rotonda de intersección de las rutas 205 y 6, seguir por la 205 hasta Lobos y los puentes ubicados en la intersección con la ruta provincial 41. Allí se debe doblar a la derecha y a 30 kilómetros está el pueblo.