Mendoza, el camino del sol y del vino
Paisajes montañosos imponentes, en muchos de los cuales se puede practicar esquí o deportes de nieve; viñas ásperas de donde brotan algunos de los mejores vinos del mundo, ciudades prolijas y arboladas bañadas por acequias, Mendoza es una provincia asombrosa y llena de atractivos, que convoca al viajero. Un territorio que, además de la potencia de su naturaleza, regala también un clima de oro y un cielo casi siempre transparente, dos factores ideales para pasar una temporada de descanso sin parangón, de esas que devuelven la energía al cuerpo y despejan la mente de tensiones.
Tierra bendecida por la vitalidad acariciadora del sol, el clima templado y un cielo cuya diafanidad raramente se altera, Mendoza es una de las provincias más agradables y hospitalarias del país. Ubicada en el centro-oeste del territorio argentino y al pie de la cordillera de los Andes, la más alta de América, conforma, junto a San Juan, San Luis y La Rioja, la región conocida como Cuyo, un espacio geográfico que suele concitar una atención regular por parte de los turistas del país y el mundo. A Mendoza se puede llegar en avión o por tierra a través de las rutas 40 y 143, que atraviesan la provincia de norte a sur. También se arriba a ella por la ruta 7, el corredor bioceánico que une el país de este a oeste y conecta a Buenos Aires con Santiago de Chile.
Dividida políticamente en 18 departamentos, de los cuales San Rafael y Malargüe son los de mayor extensión, la provincia ocupa un 4 por ciento del territorio nacional y tiene más de un millón y medio de habitantes, la mitad de los cuales –tal vez un poco más- vive en el Gran Mendoza, un conglomerado poblacional que incluye los departamentos de Las Heras, Capital, Maipú, Godoy Cruz, Luján de Cuyo y Guaymallén. Sus más que aptas condiciones climáticas, la existencia de ríos de deshielo cordillerano y el trabajo esforzado y persistente de sus habitantes hicieron posible que lo que era un suelo hostil y desértico se convirtiera, a través de los años, en los actuales y hermosos oasis urbanos y rurales que hacen tan grato vivir allí o disfrutarlos como destino turístico.
Las ciudades mendocinas han crecido a la sombra de tupidas arboledas que, bañadas por la red de centenarias acequias que cruzan la zona, transforman el paisaje en una escenografía de abundantes colores en los que predomina el verde. Su fuerte tradición cultural, que viene de la memoria de los primitivos indios agrelos y huerpes, pero también de la sucesión de generaciones de criollos e inmigrantes que poblaron y enriquecieron su vida, tiene distintas expresiones en el arte o el deporte. Entre algunas de las muchas figuras célebres que nos ha dado esa tierra están artistas como Quino, Armando Tejada Gómez, Leonardo Favio, Antonio Di Benedetto, Luis Politti y tantos otros o boxeadores eximios como Cirilo Gil o Nicolino Locche.
Hoy Mendoza ofrece a los turistas que deciden visitarla todos los servicios de las grandes ciudades y una amplia propuesta comercial y recreativa. Los alojamientos van desde hoteles de una a cinco estrellas hasta apart-hotels, hostels, cabañas, campings que cubren todo el territorio provincial. Y también casinos, discotecas, teatros, museos, wine-bars, pubs, una rica actividad cultural y artística y en el plano gastronómico una variada posibilidad para paladear platos de la cocina internacional o regional. Es imposible llegar a este destino y no encontrar, si se quiere pasarla bien, diversas y sanas opciones de diversión y esparcimiento.
Además, tanto las ciudades como algunos centros de alta montaña, cuentan con equipamiento específico y complementario para la celebración de congresos y ferias, donde es posible combinar el trabajo con el placer. Ya, desde la majestuosa imponencia del Cerro Aconcagua (6.962 metros), la provincia adelanta la alta y generosa calidad de su paisaje de nieves eternas, valles de ríos tumultuosos, planicies y desiertos de yerma quietud, todas visiones de asombro que sobrecogen al visitante que llega por primera vez a practicar, sobre todo, deportes de invierno en centros de esquí de nivel internacional, deportes náuticos en sus increíbles espejos de agua, turismo aventura o pesca deportiva.
Pero cómo no hablar del vino. La provincia concentra la mayor actividad vitivinícola del país. Hay más de 146.000 hectáreas de viñedos y abundantes bodegas. La Argentina es uno de los cinco principales productores de vino en el mundo. De cada 100 litros elaborados en el país, 67 salen de las bodegas de la provincia. Entre las cepas más conocidas de sus excelentes vinos tintos están el malbec, cabernet-sauvingnon, merlot, syrah, pinot noir, bonarda, lambrusco y otras. También los vinos blancos son de primera línea. Junto con el vino y de los emprendimientos turísticos, Mendoza tiene también una importante producción agrícola (plantaciones de olivos, horticultura), petrolera y minera.
Lugares
La nieve de Mendoza no es solo una opción para esquiadores profesionales o amantes de los deportes extremos, sino también para toda la familia. Por otra parte, existen otros productos turísticos que completan la oferta de la provincia y la convierten en todas las estaciones del año en uno de los destinos más elegidos. Los ya tradicionales “Caminos del vino”, que permiten a los visitantes instalarse en el corazón de la cultura vitícola y disfrutar al mismo tiempo de paisajes bellísimos, es una de las propuestas más frecuentadas.
Obviamente, es casi imposible si se visita la provincia no acceder a su Capital como uno de los primeros puntos a conocer. Plena de atractivos, la ciudad de Mendoza se destaca por sus prolijas calles arboladas con cuarenta mil ejemplares y sus acequias. Uno de sus más hermosos rincones es el parque General San Martín (donde está el Cerro de la Gloria), creado en el siglo XlX por el paisajista francés Carlos Thays. El trazado actual de la metrópoli fue planificado luego de un terremoto que devastó la vieja ciudad en 1861. Otros lugares dignos de visitar en esta Capital son el anfiteatro Frank Romero Day, el sitio donde estuvo la casa de San Martín antes del mencionado terremoto, las ruinas de San Francisco y los varios museos y salas de arte, historia y ciencias. También es muy agradable el Acuario Municipal, abierto en 1945 y el primero que funcionó en el país.
Entre los centros de esquí y parques de nieve que se pueden mencionar están los siguientes:
Las Leñas
Está ubicado a 70 kilómetros de la ciudad de Malargüe y a 400 kilómetros de la ciudad de Mendoza. Tiene 32 pistas y su temporada se desarrolla entre junio y octubre. Es uno de los centros de ese tipo más calificados de la Argentina y cuenta con 3.200 plazas.
Los Penitentes
Se encuentra a 168 kilómetros de la ciudad de Mendoza, yendo por la ruta 7. Su temporada tiene lugar de junio a septiembre. Entre los servicios que ofrecen está la escuela de esquí, guardería y hospedaje al pie del cerro. Para quienes no esquían pueden optar por paseos en gomones con medios de elevación (desde las 10 y las 21 horas con pista iluminada) y paseos en aerosilla. Es un clásico mendocino y está muy cerca del cerro Aconcagua.
Valles de Plata-Vallecitos
Situado en Potrerillos (desde la ruta 7), a 85 kilómetros de la ciudad de Mendoza. La temporada es de julio a mediados de septiembre. Las actividades que allí se desarrollan son esquí, snowboard, paseos por pistas de trineo. Se dan clases y hay guarderías. El hospedaje es en los valles El Salto y Las Vegas, en Potrerillos.
Los Puquios, parque de nieve
Se halla en la Ruta Nacional Nº7, a 170 kilómetros de la ciudad de Mendoza y a 2700 metros sobre el nivel del mar. Su temporada va de junio a fines de septiembre y tiene 11 pistas. Sus principales actividades son: esquí, snowboard para principiantes, tubbing y trineo. Hay un parque de chicos con guardería.
Aconcagua Esquí, parque de nieve
Situado en la Runa Nacional Nº17, en el kilómetro 1.216, a tres kilómetros al oeste de Penitentes y a tres al este de Puente del Inca. Su altitud es de 2.635 metros. Hay allí cuatro pistas, tres de esquí para principiantes y novicias y una pista de trineos. Su temporada va de julio a septiembre. En el lugar pueden alquilarse equipos (botas, esquíes y bastones) y trineos y tomar clases. Los profesionales en esquí ofrecen la posibilidad de hacer trekking con raqueta al Parque Aconcagua. Es una actividad única en la provincia que tiene como escenario el área natural protegida que alberga al cerro más alto de América.