Las Leñas, un clásico de la nieve

Turismo

Como desde hace más de tres décadas, el centro mendocino de esquí sigue convocando a turistas locales y visitantes.

Inaugurado en el invierno de 1983, el centro de esquí Valle de Las Leñas pronto se convirtió en uno de los más importantes de Latinoamérica, al que cada temporada llegan miles de esquiadores de todo el mundo. El espectáculo que brinda el paisaje natural en el que fue levantado, el buen caudal de nieve que suele tener entre junio y septiembre (lo que implica una de las temporadas más prolongadas del país) y la variedad de pistas de dificultad diversa, la oferta hotelera y gastronómica y la diversidad de actividades recreativas para todas las edades hacen de este destino turístico uno de los más convocantes de cada temporada invernal.

Ubicado al pie de la Cordillera de los Andes en el departamento de Malargüe, provincia de Mendoza, a 429 kilómetros de la capital provincial y a 1.176 kilómetros de Buenos Aires, su base está a 2.240 metros de altura sobre el nivel del mar y su cumbre a 3.430 metros, con un desnivel vertical de 1.200 metros. En esas laderas Las Leñas ofrece 230 hectáreas de terreno para deportes níveos, un total de 65 kilómetros distribuidos en 30 pistas de baja, mediana y alta complejidad. Cuenta con el descenso ininterrumpido más largo del país, 7.050 metros, que conecta las pistas Apolo, Neptuno y Venus, un verdadero imán para los esquiadores más experimentados.

El complejo cuenta con 14 medios de elevación, incluido un ski carpet para principiantes y una flota de 8 equipos pisanieve de última generación que trabajan durante toda la noche para dejar las pistas en perfectas condiciones para la siguiente jornada. Además del pisado de pistas, dos de estas máquinas son utilizadas para el traslado de personas que contratan el producto Extreme Expedition, una experiencia para deportistas con experiencia y amantes del riesgo y la aventura. 

A pesar de que suele haber nieve en abundancia, Las Leñas cuenta con un moderno sistema de fabricación de nieve propia para cubrir buena parte de las pistas. Para ello cuenta con personal especializado en el tema que cuando la temperatura y la humedad son las adecuadas, utilizando el agua como materia prima pueden fabricar nieve, que no se diferencia de la natural. Las máquinas que utilizan para esta tarea producen nieve rompiendo el agua en partículas muy pequeñas, que son pulverizadas y al tomar contacto con el aire se congelan y caen en forma de copos. A 1.000 metros de la base se encuentra la sala de bombas, con un reservorio de agua de 5.000 metros cúbicos. Este lugar abastece todo el sistema de fabricación de nieve, que consiste en una red de 7.500 metros de tuberías subterráneas, donde cada 50 metros hay un hidrante para conectar los cañones. 

Para la práctica deportiva el centro de esquí mendocino ofrece diverso tipo de instrucción: fuera de pista, adultos, menores, snowboard, esquí adaptado y también clases particulares. También cuenta con un sistema de alquiler de equipos de esquí para todas las edades y niveles, con más de 3.000 dispositivos, más 800 para snowboard, equipos de randoneé (esquí de marcha o nórdico), raquetas de nieve, además de un servicio de guarda de tablas. Los visitantes pueden elegir pases de medio día, todo el día, de 2 a 7 días, 15 días, mensual y por temporada, en todos los casos con tarifas diferenciadas para mayores y menores de edad. Las categorías son: infantil (de 3 a 5 años), menor (6 a 11), adulto (12 a 69) y senior (más de 70). También hay para principiantes, a menor valor. 
El mantenimiento de la montaña para la práctica de deportes invernales, principalmente esquí y snowboard, también incluye su cuidado en términos medioambientales. Se hace a través de la campaña Montañas Limpias, cuyo objetivo es reducir el impacto generado por la práctica de las tareas necesarias para el funcionamiento del complejo, y al mismo tiempo busca concientizar a los visitantes y a los trabajadores del centro sobre las buenas prácticas basadas en el respeto, la protección y la conservación del medio, la flora, la fauna y los recursos naturales.

En materia de alojamiento, Las Leñas cuenta con dos hoteles de 5 estrellas, tres de 4 estrellas, cinco apart hoteles y un hostel. En cuanto a la gastronomía, la oferta se concentra en El Refugio, ubicado en la llamada Pirámide, en la base del centro, con platos de cocina francesa y repostería europea a la hora del té; en la altura, el Parador Minerva, a la salida de la telesilla Minerva, un lugar de comidas rápidas y especialidades de montaña, que ofrece reconfortantes guisos, ensaladas, hamburguesas, sándwiches, bebidas con y sin alcohol, y el Parador Neptuno, a la salida de la telesilla Neptuno, con una espectacular vista de la telesilla Marte y todas sus laderas y variedad de opciones frías y calientes para disfrutar de un almuerzo en un paisaje incomparable.

Además, Las Leñas ofrece su Parque Aventura, un espacio de entretenimiento para disfrutar la nieve de otra manera, del que pueden hacer uso tanto el visitante ya hospedado en el centro como turistas que llegan solo para pasar el día. Tiene estacionamiento exclusivo, alquiler de ropa de nieve y trineos, área de picnic, drugstore y baños públicos y abre en temporada invernal todos los días de 10 a 17, siempre que las condiciones de las pistas así lo permitan. 

Y también una de las actividades y espectáculos más impactantes, que es el esquí nocturno, sujeto a las condiciones de las pistas, que se puede practicar los días martes, jueves y sábados en la pista Eros 1, con TK Eros 1 habilitado hasta las 19. Valle de Las Leñas es el único centro de esquí de Sudamérica que cuenta con la posibilidad de practicarlo.