La Pampa, un destino imperdible
Sería un poco osado localizar geográfica o incluso jurisdiccionalmente la argentinidad más pura. De alguna u otra manera, cada provincia lleva en sus entrañas rasgos bien propios de estas tierras. Sin embargo, si nos animáramos a jugar un poco con las tradiciones y costumbres autóctonas La Pampa es por su ubicación central en el territorio una de esas provincias que parecen reunir muchas de esas características que nos definen. La Argentina tiene largas costas y varios cordones montañosos, pero es la expresión "en estas pampas" la que se suele utilizar como sinónimo de Argentina.
La provincia de La Pampa es relativamente nueva, ya que fue constituida recién en 1951. Hasta entonces su status era el de "territorio nacional". Su provincialización fue sancionada por el Congreso de la Nación y promulgada por Juan Domingo Perón durante su segunda presidencia. Y se le dio el nombre de "Eva Perón". Una vez derrocado Perón, se la renombró con su antigua denominación.
Antes de ello, a lo largo del siglo XIX, La Pampa fue testigo de varias disputas entre las fuerzas de la incipiente organización nacional y los pueblos originarios. La necesidad de ampliar y dominar lo que hoy es el territorio nacional chocó con la presencia de antiguas comunidades indígenas y tuvo en esta región algunos de sus capítulos más violentos. Fue en ella donde Juan Manuel de Rosas comandó, por ejemplo, lo que se conoció como la Primera Campaña al Desierto en 1833.
Parte de esta historia trágica se puede conocer visitando la ciudad de Victorica y, a 25 kilómetros de ella, el Parque Indígena Leuvucó. Alrededor de su laguna llegaron a vivir unos 8000 ranqueles y allí yacen los restos del cacique Mariano Rosas, quien gobernó la zona entre 1858 y 1877. Hoy la zona es referencia directa de los pueblos que vivieron en estas tierras antes de ser arrasados.
Fuera de sus aspectos más históricos, a La Pampa también se la conoce por uno de sus símbolos: el caldén. Este árbol leguminoso, propio de la región central de la Argentina, se agrupa en una franja que recorre de noroeste a sudeste la provincia y a la que se llama caldenal. Quien recorra la zona escuchará hablar mucho de él. De hecho, se lo puede ver en el escudo de la provincia.
Casi en la puerta de entrada de las provincias propiamente patagónicas, a 378 kilómetros de la capital provincial Santa Rosa y sobre la orilla norte del Río Colorado, está la Villa Turística Casa de Piedra. Se trata de un polo turístico de reciente creación (el poblado fue fundado oficialmente en 2007) que funciona como una especie de oasis en medio del desierto. Tiene un embalse en el que se pueden desarrollar diversas actividades.
Completan los atractivos turísticos de La Pampa las infaltables aguas termales y las estancias. Pero más allá de las propuestas vinculadas estrictamente con el entretenimiento y el disfrute, el turista que se anime a las profundidades pampeanas notará que conocer a fondo la provincia es conocerse un poco más a sí mismo.
CÓMO LLEGAR
A la capital de La Pampa, Santa Rosa, se llega desde Buenos Aires por la Ruta Nacional 5 luego de recorrer 607 kilómetros. Además de los servicios de ómnibus que arriban desde todo el país, Santa Rosa tiene también un aeropuerto.