La exuberante Misiones
Una de las provincias más bellas del país, Misiones es una provincia que merece ser conocida por los argentinos. Privilegiada por algunos colosales fenómenos naturales como las Cataratas del Iguazú o los Saltos del Moconá, que son los lugares más visitados por el turismo, del mismo modo que las históricas ruinas jesutíticas, no hay, sin embargo, espacio de esa tierra que no deslumbre la vista por su explosivo cóctel de color y grandiosidad.
Ubicada en la región nordeste del país, entre los ríos Iguazú al norte, Paraná al oeste, Pepirí Guazú y Uruguay al este y Chirimay al sur, y con fronteras con Brasil y Paraguay, Misiones es una de las provincias más exuberantes de la Argentina, bajo cuya clima subtropical ha crecido una fauna animal variada y una vegetación formidable que incluye árboles hasta de 40 metros. Todo parece en su geografía colorada e intensa amplificarse. Dividida en 17 departamentos, su capital está en Posadas, una ciudad pujante y en crecimiento permanente. Siendo una de las provincias con mayor proporción de población rural, sus principales centros urbanos con la Capital y la ciudad de Oberá. Sede de las cataratas del Iguazú, una de las grandes maravillas del mundo, una de las grandes fuentes de ingreso de la provincia es el turismo, mientras que la yerba mate es la base de la actividad agrícola. Quien no conozca Misiones en la Argentina está en deuda con uno de los lugares más exóticos y potentes de nuestro suelo.
Reseña histórica
Enclave histórico de los pueblos guaraníes, que se establecieron en su territorio alrededor hacia el año 1000 en torno a sus arroyos y los ríos, la provincia de Misiones tiene una extensísimo y rico pasado que pasa por distintas vicisitudes en su recorrido hasta el presente. Sometida primero a la conquista española y luego a la experiencia durante doscientos años de las “reducciones” jesuítcas –que fueron expulsados en 1767, pero dejaron muchos testimonios de su presencia-, sus primeras gobernaciones e intendencias se fueron conformando con el Virreinato del Río de la Plata. Pero, solamente luego de la cruel Guerra de la Triple Alianza (1865-70) quedaron más definidos los límites de la provincia.
En 1881 se designa a Misiones como territorio nacional, cuyo gobernador fija primero como capital a Corpus y después definitivamente a Posadas. Esta etapa es significativa para Misiones dado que es precisamente a fines del siglo XIX cuando se inician las diferentes olas inmigratorias europeas. La colonización oficial de Misiones comenzó en el sur, en el área de Apóstoles, donde los contingentes de polacos y ucranianos ocuparon las chacras asignadas a las colonias agrícolas. Posteriormente, en la zona del Alto Paraná las compañías colonizadoras compraron tierras y las vendieron a colonos europeos especialmente alemanes, suizos para formar los pueblos de Montecarlo, Puerto Rico y Eldorado.
Pero uno de los fenómenos más interesantes se registró en la Zona Centro, en Oberá, donde la colonización fue espontánea con la llegada de cientos de escandinavos, italianos, franceses, rusos, polacos, suizos, españoles, quiénes junto a paraguayos y brasileros dieron forma a una comunidad multiétnica. Posteriormente esta zona y otras de Misiones recibirían a colonizadores asiáticos (árabes, turcos, japoneses). La organización política y administrativa de Misiones tiene un punto de inflexión en 1953 con su provincialización. El perfil económico de Misiones, hasta entonces fuertemente extractivo, comenzó a mutar por uno más productivo basado en la pequeña explotación agrícola de la yerba mate, el té y el tung; la explotación maderera y la creación de complejos madereros, la producción de cítricos, y además la definición del turismo como uno de los sectores económicos más importantes de Misiones
Selva misionera
La selva misionera o selva paranaense es una de las áreas de mayor biodiversidad de Argentina. Forma parte del Bosque Atlántico, una eco región que se extiende desde la Serra do Mar en la costa brasileña hasta el este de Paraguay y casi toda la Provincia de Misiones.
En Misiones se distinguen dos distritos fitogeográficos de la selva: en primer lugar, la selva propiamente dicho, caracterizado por la presencia de árboles como el palmito, el palo rosa, los laureles y especies de cañas o tacuaras; en segundo lugar el distrito de los pinares que se ubica en las zonas más elevadas, donde el árbol dominante es el pino Paraná o Araucaria.
La selva misionera se caracteriza por tener pisos o estratos bien definidos: el estrato herbáceo en el piso de la selva, el estrato arbustivo con plantas de hasta 15 metros, un nivel intermedio formado por helechos y árboles en crecimiento, el estrato del dosel o esqueleto de la selva, con árboles de hasta 40 metros, y el estrato de los emergentes con gigantes de la selva que alcanzan los 45 metros de altura.
Iguazú
Puerto Iguazú fue un puntal de la colonización de Misiones a principios del Siglo XX. Nació como Puerto Aguirre en 1901 y hoy es una de las ciudades más importantes de Misiones. Más de 60 mil habitantes pueblan este centro turístico, donde es posible encontrar todo tipo de servicios para el viajero que visita las Cataratas. Incluye la famosa Triple Frontera porque limita con Brasil y Paraguay. Su símbolo es el Parque Nacional Iguazú, que, además de una reserva exuberante, alberga a las famosas Cataratas, el fabuloso imperio de las “aguas grandes” guaraníes, que desde 1984 las Naciones Unidas consideraron Patrimonio de la Humanidad. La ciudad de Esperanza es su cabecera. Algunos lugares y datos útiles para quien visite esa maravilla.
• Güira Oga, el centro Güira Oga (Hogar de las Aves). Es un lugar único donde la selva le cuenta sus secretos a la selva. Se trata de un proyecto de investigación y conservación de la masa boscosa y su biodiversidad, que a su vez desempeña un papel único como centro para educación ambiental y como destacado atractivo turístico de Iguazú.
• La Aripuca. Cómo lograr concientizar sobre la problemática de esos inmensos troncos centenarios, haciendo que ellos hablen por ellos mismos. La muestra resignifica los despojos en una estética que rescata su innata majestuosidad. Es una trampa utilizada por el pueblo guaraní para cazar pequeños animales con vida y sin lastimarlos. Está construido por troncos de más de trescientos años.
• El Aeropuerto Internacional Cataratas recibe vuelos de cabotaje y servicios regulares y charters internacionales.
• La comunicación con la vecina ciudad de Foz de Iguazú, Brasil, se realiza a través del puente internacional Tancredo Neves, desde la cual se puede cruzar a la ciudad paraguaya de Ciudad del Este.
• Las magníficas Cataratas del Iguazú, una de las Siete Maravillas del Mundo, está conformada por 257 saltos de agua caen desde las más diversas alturas. La más alta, de 80 metros, es la más conocida: la Garganta del Diablo.
• Los saltos transcurren a lo largo de acantilados e islotes, repartidos en una media luna que forma este accidente geográfico.
• Los senderos se pueden recorrer a pie u optar por un pintoresco trencito de la selva, de combustión a gas, que parten desde el Centro del Visitante.
• A las Cataratas se las puede conocer, básicamente, desde dos circuitos. Uno inferior y otro superior. Desde el inferior se llega a la base de los saltos, donde la fuerza del agua se transforma en rocío o vapor que moja a los concurrentes. La experiencia es única y vale la pena animarse a la aventura.
• También desde este circuito se puede tomar un bote con destino a la isla San Martín. En el superior, el paseo es más sedentario. Las vistas panorámicas desde las pasarelas y los miradores hacen de la estadía una experiencia inolvidable.
• Más allá de los saltos y cascadas mencionadas, la selva propone una serie de alternativas distintas. Un entorno más húmedo y un poco más fresco hace que sea propicio para el desarrollo y crecimiento de una amplia variedad de flora y fauna. El equilibrio natural hace que haya una alta cantidad de alimentos, por consecuencia, la fauna es también muy variada. Casi 500 especies de aves, alrededor de 80 de mamíferos, una gran variedad de reptiles, peces, insectos y mariposas habitan en este ecosistema.
Una actividad destacada para hacer es ir a los formidables “Paseos de Luna Llena”, que invitan a sentir la majestuosidad de las Cataratas de noche, alumbrados por la luz de la luna misionera. También se pueden realizar, paseos en vehículos tipo 4 x4, safaris fotográficos, treking por los senderos de la selva, aventuras náuticas que los acercan a la majestuosidad de los saltos, avistajes de aves, flora y fauna.
Saltos del Moconá
El Moconá, “el que todo lo traga” en guaraní, es uno de los grandes paisajes de la provincia de Misiones, una falla geológica donde se reúnen los ríos Yabotí, Pepirí Guazú, Uruguay, Serapio y Calixto. Es la única de su tipo en el mundo. Los Saltos del Moconá son en realidad un cañón de tres kilómetros de largo con caídas de agua paralelas a su cauce, que a diferencia de una cascada o catarata, su caída la realiza transversalmente, pudiendo alcanzar los 25 metros de altura y una profundidad de 115 metros. Toda el área de los Saltos del Moconá está considerada como Parque Provincial, e incluye la denominada biosfera Yabotí.
En el agresivo paisaje de sierras y selva que constituye el territorio del centro este de Misiones, y sobre el torrentoso río Uruguay, el cual actúa como frontera natural entre Argentina y Brasil, los Saltos del Moconá fluyen arrogándose la característica de atractivo destacado Situados en este pedacito misionero componente de la región turística de Los Saltos y Cascadas, surgen como una excursión ineludible por la belleza que ostentan y las sensaciones que provocan.
“El que todo lo traga”, como reza su denominación en lengua guaraní, el Gran Salto del Moconá, es en realidad un cañón de 3 Kilómetros de largo con caídas de agua paralelas a su cauce. Es que, aguas arriba, el río Uruguay se abre en dos brazos, y mientras uno acompaña el declive del terreno, el otro corre sobre una base rocosa que lo mantiene sobre el primero cada vez a mayor altura, hasta que se juntan nuevamente formando la inmensa cascada de 5 a 12 metros de altura y 3 mil metros de largo.
Toda el área de los Saltos del Moconá es considerada Parque Provincial, e incluye a la Reserva de Biosfera Yabotí. Naturaleza, recorridos paisajísticos, safaris fotográficos conforman la sección más conocida de la cartelera turística que invita a conocer este milagro, no obstante hay mucho más para hacer y disfrutar en este entorno mágico. Rafting con gomón, paseos en lancha a motor, salidas con canoas de madera por el río Uruguay, Kayak, y otras tantas disciplinas de aventura invitan a despertar la adrenalina en los Saltos del Moconá y el Parque Provincial que los resguarda, donde además se puede entrar en contacto con aldeas aborígenes inmersas aún en su cultura tradicional.
Se ubican a 80 Kilómetros hacia el norte de la localidad de El Soberbio, pasando el límite con el departamento de San Pedro. Gran parte del trayecto debe ser recorrido por camino de tierra consolidado. ¿Cómo llegar? Desde El Soberbio. Por la RP 2, también llamada costera, se llega hasta Mesa Redonda, la intersección de caminos donde la Ruta 2 sigue hacia colonia Paraíso, paraje ubicado a más de 70 km desde este punto, y la otra senda lleva hacia los saltos. Desde ese punto son 18 kilómetros hasta los Saltos del Moconá.
San Ignacio: las ruinas jesuíticas
Envuelta por un halo de misterio, la ciudad de San Ignacio resiste en el centro oeste de la provincia de Misiones encabezando la región turística de Las Misiones Jesuíticas y ostentando las ruinas con mayor valor histórico- cultural del circuito. Serenidad característica, profusa vegetación, aire puro y misticismo, esta localidad cautiva con su encanto a multitudes turísticas deseosas de encontrar en ella la purificación de la mente y el cuerpo.
San Ignacio es una mansa ciudad del interior cuyo eje turístico se centra en la existencia de vestigios del pasado jesuita- guaraní, así como en la majestuosa flora autóctona que se cuela por cada rincón y las propuestas de agroturismo. Paisajes apasionantes como el Peñón del Teyú Cuaré; acompañantes majestuosos como el río Yabebirí; y bellezas naturales desperdigadas en toda su extensión; San Ignacio es una típica ciudad de Misiones donde selva y tierra colorada interrumpen constantemente las modernas construcciones.
Posadas
Posadas, la capital de Misiones, se ubica sobre la margen izquierda del río Paraná, al sudoeste de la provincia y en el nordeste del departamento Capital. Es la ciudad más poblada de Misiones y su centro administrativo, comercial y cultural. En sus comienzos se forjó alrededor del puerto sobre el río Paraná, y su crecimiento tardó en concretarse por ser una de las últimas zonas del territorio argentino en poblarse. Sin embargo, actualmente es una de las ciudades con más actividad y crecimiento de toda la región NEA. Su influencia se extiende hasta la vecina ciudad de Garupá, con la que conforma el Gran Posadas. El puente San Roque González de Santa Cruz, tendido sobre el río Paraná la une a su vecina ciudad de Encarnación, en la República del Paraguay. El municipio de Posadas es el órgano administrativo encargado de regir la ciudad y zonas aledañas.
Ocupa la parte urbana de la ciudad más una zona rural ubicada al sur y oeste de la misma, llegando hasta el límite con la provincia de Corrientes. Algunos parajes de la zona rural (como el Centro Correntino, Itaembé Miní y Colonia Laosiana) fueron absorbidos por la urbe en el transcurso de la década pasada. Posadas es también sede del Obispado de Posadas, el cual designó patrono de la ciudad a San José Obrero.
Está localizada sobre la Ruta Nacional 12 y la Provincial 213. La ciudad se encuentra ubicada a 98 km de la ciudad de Oberá, segunda ciudad de la provincia, a 310 km de Puerto Iguazú, a 350 km de Asunción, capital de Paraguay y a 1003 km de la ciudad de Buenos Aires (el acceso es directo con varias frecuencias diarias de ómnibus).