Antes de convertirse en la vía fluvial más importante de nuestro país y de desembocar en el Río de la Plata, no sin antes bañar las encantadoras islas del Delta, el Río Paraná recorre gran parte del sur de Brasil. Sus 4880 kilómetros de longitud lo ubican como el segundo más largo de Sudamérica (solo lo supera el Amazonas) y el 14° del mundo. Recorrerlo todo sería una tarea titánica. Por eso, una de las propuestas turísticas para abordarlo es conocer los 700 kilómetros, o parte de ellos, de la provincia de Santa Fe. 

Por supuesto, los destinos más visitados para maravillarse con ese enorme curso de agua son las ciudades de Santa Fe y Rosario. Pero desde la capital provincial hacia el norte hay un circuito que sigue el río San Javier hasta Reconquista. Son unos 450 kilómetros en los que se atraviesa ciudades ribereñas, bañados, arroyos y lagunas. San José del Rincón, Arroyo Leyes, Santa Rosa de Calchines, Cayastá y San Javier son algunas de las localidades que se destacan en este recorrido. 

Luego, entre Santa Fe y Rosario se suceden localidades como Santo Tomé, Sauce Viejo, Coronda (sede de la Maratón Acuática Internacional de Aguas Abiertas), San Fabián, Barrancas, Puerto Aragón, Monje, Puerto Gaboto y Oliveros. A diferencia del corredor norte, aquí las ciudades están mucho más próximas. 

Más allá del particular encanto de cada pueblo ribereño, la costa santafesina del Paraná atrae sobre todo a los amantes de la pesca deportiva y a los paladares que disfrutan de surubíes, pacúes, dorados o bagres amarillos. 

La costa santafesina del Río Paraná convoca también por la gran cantidad de actividades al aire libre, los avistajes de aves, los safaris fotográficos y, claro está, por los colores y matices que ofrece un río de semejante biodiversidad y envergadura. 

Cómo llegar
Tanto a Santa de como a Rosario se puede llegar en avión. Por vía terrestre, desde Buenos Aires se accede a través de la autopista A001, RN 9, autopista A008 -que une Rosario y Santa Fe- y las RN 11 y 168.