Colonia Suiza, encanto y tradición
Surgida a fines del siglo XIX, Colonia Suiza es una pequeña villa ubicada a 25 kilómetros de la Ciudad de San Carlos de Bariloche, al pie del cerro López, en la provincia de Río Negro.
Enmarcada por un exuberante entorno montañoso y bosques de cipreses y coihues, está atravesada por el Arroyo “Goye”, nombre que homenajea a sus fundadores de origen suizo y de apellido Goye.
Es una zona de quintas frutales, chacras y áreas de campings, cuyo encanto particular se completa con las numerosas casas de madera distribuidas a lo largo de la villa.
Años de tradición se reflejan también en los productos regionales que ofrecen sus habitantes en la feria artesanal de la zona: conservas, dulces, quesos, licores caseros de frutas, trabajos elaborados en cerámica, cuero y madera.
Los turistas que visitan Colonia Suiza pueden transitar, a pie o a caballo, los senderos andinos, visitar la laguna Negra, el cerro López o el refugio Jakob. También es interesante visitar el museo; el vivero Meli Hué, en el que se cultiva lavanda y se elaboran perfumes; y la piscicultura, dedicada a la cría de truchas.
Pero uno de los principales atractivos de esta villa es la posibilidad de probar el Curanto, una comida típica araucana, procedente de Chile, que en la actualidad se ha difundido por la Patagonia Argentina.
La palabra curanto proviene del mapudungun curantü, que significa "piedra calentada por el sol".
Realizar esta comida es realmente una ceremonia: se cava en la tierra un hoyo poco profundo donde es encendido el fuego y son calentadas las piedras sobre las cuales se colocan los alimentos: diferentes carnes y verduras. Cada tipo de alimento va en una capa distinta y las capas se cubren con hojas de maqui o nalca. La última capa se cubre con bolsas de arpillera y tierra. A fuego lento, al cabo de dos horas se destapa el curanto.
Colonia Suiza es una opción ideal para pasar una semana de vacaciones o visitarla durante un día, disfrutando de sus comidas y costumbres.