Crítica de teatro: Un hombre equivocado
Un hombre equivocado. De Roberto Cossa. Versión libre del guion de la película El arreglo, escrito por Carlos Somigliana y Roberto Cossa. Elenco: Sofía Bertolotto, Alejandra Darín, Maia Francia, Alejandro Awada, Manuel Vicente, Vando Villamil y otros. Escenografía: Gabriel Caputo. Iluminación: Leandra Rodríguez. Vestuario: Daniela Taiana. Música: Mariano Cossa. Dirección: Villanueva Cosse. Teatro Nacional Cervantes.
Aunque se trate de una versión libre, Un hombre equivocado está basada en un guion que Carlos Somigliana y Roberto Cossa escribieron para la película El arreglo allá por la década de los ochenta. Fue un film que tuvo buena repercusión y una mención en el Festival de Cine Moscú y estaba basado sobre un hecho real que había conocido Somigliana en un barrio suburbano del gran Buenos Aires y que él y Cossa decidieron llevarlo a la ficción de un guion cinematográfico. Pasado varios años, algunos artistas de teatro le pidieron a Cossa –no a Somigliana, que ya había fallecido- que intentara trasladar el tema del cine al teatro, propuesta que en un principio no interesó mucho al autor, pero que finalmente abordó.
Quienes hayan visto la película recordarán semejanzas con la historia cinematográfica, pero también diferencias. La trama se desarrolla en torno al conflicto que produce entre los vecinos la colocación de los caños de agua en un barrio. El diferendo se da por el lugar donde esos caños, que cambiarán la vida del barrio, son colocados. Porque, por una razón de marcado territorial, la instalación favorece a una vereda y no a otra. Con lo que aquellos que no son beneficiados se rebelan. Pero, como ocurre en muchos de estos casos, el técnico encargado de la colocación les propone que si ponen unos pesos él se encargará de que haya una extensión hacia la vereda perjudicada. Todos aceptan salvo Luis Bellomo, un hombre íntegro que no quiere someterse a un acto de corrupción y que se mantiene incólume en la defensa de sus principios. Y eso lo lleva a una situación de crisis y enfrentamiento ante sus familiares y vecinos. Hasta ahí el cuento. Los hechos se van produciendo en forma de varios flash-backs surgidos del relato que una abuela le hace a su nieta de esos hechos ocurridos en el pasado y de los que fueron protagonistas, entre otros, ella y su marido, Luis Bellomo.
Con su habitual maestría y en un registro de realismo sin adornos, Cossa desarrolla la historia en forma gradual y ascendente y llega a un final de estremecedora tensión. Dispone para que el relato alcance un alto grado de verosimilitud no solo con la solidez del texto sino también con la pericia de Villanueva Cosse en la dirección y un elenco de mucha calidad profesional, en el que brillan todas las figuras y alcanza mucha intensidad Alejandro Awada. La escenografía, que utiliza paredes en diagonal al frente de las cuales se desarrollan las escenas principales (en el patio de la casa de Bellomo y en la pieza de la nieta), es funcional a las necesidades de la puesta, del mismo modo que la iluminación. La música de Mariano Cossa es otro elemento del espectáculo a rescatar.