Este magnífico musical está dedicado a la memoria sentimental de Celia Gámez, una argentina nacida en 1905 y que, siendo muy joven, se radicó en España. Fue en ese país donde, durante muchos años brilló como una verdadera reina de la noche, para terminar falleciendo, ya retirada, en Buenos Aires, en 1992. Con escasos 20 años, había participado ya en un par de temporadas en el teatro Maipo junto a Gloria Guzmán, Carmen Lamas y Tita Merello. Pero quiso el destino que su padre la llevara a España para cobrar una herencia y que en un viaje de Barcelona a Madrid alguien la escuchara cantar un tango y la invitara a una gala benéfica a la que asistió el rey Alfonso XIII y esa circunstancia fuera el punto de partida de una carrera fulgurante durante muchos años, que incluyeron el período de la República y, sobre todo, la etapa negra del franquismo, donde al parecer hizo sólidas amistades. La Gamez era, según todos los relatos, mujer de armas tomar, en todo sentido. Y se le adjudicaron los más variados romances, con el rey Alfonso XIII, con su hijo y luego con otras destacadas personalidades. Pero, sobre todo, fue gracias a su encanto personal y su calidad de artista que su nombre permaneció en cartel muchísimos años y fue auténticamente adorada por el público español. Como deja en claro el espectáculo, su extravagante modo de vivir y el poco cuidado que prestaba a sus finanzas fueron mermando lo que había llegado a ganar en su carrera, al parecer una verdadera fortuna. Y falleció en una situación más bien de aprieto económico que de esplendor. En este musical encarna a Celia Gamez la exquisita actriz y bailarina Ivanna Rossi, que ya venía de trabajar en otras obras muy exitosas, como For ever young, y logra aquí una brillante interpretación. La variedad de canciones que tenía en su repertorio la Gámez permiten a Ivanna Rossi exhibir su gran versatilidad y gracia para musical. A su lado, se lucen mucho también las cuatro bailarinas que la acompañan y el grupo musical formado por los músicos Santiago Rosso (piano), Juan Pablo Togneri (contrabajo) y Natacha Tello (violín). Y llama la atención la calidad del vestuario de Renata Schussheim.